
THE LATIN VOX (14 de noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
La Tiangong, la estación espacial operada por la China Manned Space Agency (CMSA), protagoniza un episodio inédito: los tres astronautas de la misión Shenzhou 20, originalmente previstos para regresar a la Tierra el 5 de noviembre tras más de seis meses en órbita, finalmente volverán a bordo de la nave Shenzhou 21 la que llegó recientemente con su reemplazo luego de que la cápsula que tenían asignada presentó daños por lo que se sospecha un impacto de escombros espaciales.
El cambio de nave constituye una señal de alerta para el programa chino de vuelos tripulados, que hasta ahora había desarrollado sus operaciones con aparente fluidez y sin contratiempos públicos de esta magnitud.
Lo sucedido: cronología y detalles técnicos
- La misión Shenzhou 20 partió en abril de 2025 rumbo a la Tiangong para una estancia de seis meses.
- El 1 de noviembre la cápsula Shenzhou 21, con su nuevo equipo de tres astronautas, se acopló a la estación, lo que normalmente señalaba el regreso cercano de la Shenzhou 20.
- Sin embargo, la fecha de retorno de los tripulantes de Shenzhou 20 fue postergada luego de que la CMSA identificara que su cápsula podría haber sido alcanzada por un fragmento de escombro orbital (una «pequeña pieza de basura espacial»), lo que provocó grietas en una ventana o fallo de integridad estructural.
- Ante el riesgo, se decidió que los astronautas regresarían en la Shenzhou 21, desplazando el vehículo original y creando la situación poco habitual de una tripulación “estrenando” la nave que había traído a sus reemplazos.
- La CMSA informó que los tres astronautas Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie “se encuentran en buen estado, trabajando y viviendo normalmente” a bordo de la estación mientras se evalúan los procedimientos de retorno.
Importancia del incidente
El hecho de que una cápsula tripulada de China sufriera daños por basura espacial, forzando un cambio de vehículo de regreso, abre varias líneas de reflexión:
- Riesgo creciente de escombros espaciales: La situación subraya que incluso las estaciones orbitales operadas por potencias espaciales pueden ser vulnerables a impactos de objetos menores que circulan en la órbita baja terrestre.
- Capacidad de respuesta y redundancia: China pudo reaccionar con agilidad al enviar la Shenzhou 21 como “nave de sustitución”, lo que demuestra planificación y capacidad de contingencia.
- Presión en el cronograma de misiones: Este incidente podría afectar el calendario de relevos y retrasar futuras misiones como la prevista Shenzhou 22. La CMSA ya indicó que su lanzamiento será “en un momento apropiado” sin precisar fecha.
- Imagen internacional: China, que compite estratégicamente con EE. UU. en la exploración espacial, verá este episodio como un desafío a su reputación operativa.
Consecuencias operativas y científicas
Para la estación Tiangong:
- La presencia simultánea de dos tripulaciones la que regresa (Shenzhou 20) y la que releva (Shenzhou 21) incrementa la carga logística, aunque la estación está diseñada para acoger dos equipos temporalmente.
- Los experimentos en curso, incluidos los que involucran mamíferos (cuatro ratones transportados con la Shenzhou 21) serán completados por la nueva tripulación y la fluidez de los trabajos dependerá del cronograma de relevos.
Para el programa chino:
- La capacidad de sustituir rápidamente vehículos y tripulaciones evidencia madurez del programa, pero también revela que no puede permitirse fallos estructurales sin comprometer plazos y seguridad.
- La extensión del récord de permanencia acumulada en el espacio por parte de Chen Dong (ya más de 400 días en total) queda subrayada; este tipo de misiones de larga duración son clave para los planes de China rumbo a la Luna.
Escenarios hacia el futuro
Escenario A – Transición sin contratiempos
Si el regreso se produce sin incidentes y se mantiene el cronograma, China reforzará su imagen de potencia espacial fiable, y el incidente será recordado como una contingencia bien gestionada.
Escenario B – Retrasos acumulados
Si la Shenzhou 22 o futuras misiones se posponen por efectos de este incidente o de la inspección de vehículos, podrían generarse vacíos operativos en la estación, mayor estrés para las tripulaciones y pérdidas de experimentación científica.
Escenario C – Viraje en diseño de misiones
El episodio podría llevar a China a adoptar mayor redundancia, lanzamientos de seguridad adicionales o modificación del diseño de cápsulas para resistir mejor los impactos de basura espacial. Este tipo de cambio puede afectar costos y plazos de exploración lunar.
Lo sucedido con la misión Shenzhou 20 es, al mismo tiempo, un éxito operativo y una advertencia rigurosa. Por un lado, China demostró que puede adaptarse a imprevistos en vuelo espacial. Por otro, el daño a la cápsula evidencia que incluso en programas avanzados, la órbita terrestre baja no es un entorno seguro sin riesgo.
En un contexto en que la exploración humana del espacio ingresará en una nueva fase —misiones prolongadas, estaciones internacionales, viajes lunares y eventual presencia marciana— la capacidad de responder a lo inesperado será tan fundamental como la propia innovación. China, hoy, está en el centro de esa carrera: su próximo paso podrá definir no sólo su propia hoja de ruta sino también el ritmo de la competencia global en la era espacial.
Fuente:/www.castanet.net
Foto: /www.castanet.net