Reconocido experto en derechos humanos Richard Falk es interrogado por horas en Canadá antes de conferencia sobre Palestina

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THE LATIN VOX (16 de noviembre de 2025).- Daniela Medina. 

El jurista y académico estadounidense Richard Falk, de 95 años y exrelator especial de la ONU para los derechos humanos en los territorios palestinos, denunció haber sido retenido e interrogado durante más de cuatro horas por agentes de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) al llegar al aeropuerto internacional Pearson de Toronto. Falk, acompañado por su esposa, la también académica Hilal Elver, fue examinado antes de ser autorizado a ingresar al país para asistir a un tribunal internacional sobre Palestina, lo que ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos, políticos y expertos legales.

Un evento con propósito: el Tribunal de Palestina en Canadá

Falk y Elver habían viajado a Canadá para participar en el “Palestine Tribunal on Canadian Responsibility”, un foro internacional centrado en analizar y documentar el papel de Canadá en relación con los derechos humanos de los palestinos. Según los organizadores, el tribunal buscaba examinar “las múltiples formas en que entidades canadienses gubernamentales, corporativas, académicas, mediáticas, entre otras han habilitado o continúan habilitando la desposesión y violencia contra los palestinos, incluyendo lo ocurrido en Gaza en los últimos años”.

La convocatoria de este tribunal refleja una crítica profunda y estructural: para quienes lo impulsan, Canadá no es un actor pasivo, sino un participante activo o al menos complaciente en políticas internacionales que han afectado gravemente a la población palestina.

¿Qué ocurrió exactamente en el aeropuerto?

Al llegar al aeropuerto Pearson el jueves, Falk y su esposa fueron detenidos por agentes fronterizos. Según su relato, sus pasaportes fueron retenidos, y luego ambos fueron conducidos a una sala de entrevistas secundarias. Allí les informaron que la detención se debía a una evaluación de “riesgo para la seguridad nacional”.

Durante el interrogatorio, los oficiales les formularon preguntas sobre sus posiciones respecto a Israel, su trabajo en temas palestinos, su participación en el tribunal y sus actividades anteriores como defensor de los derechos humanos. A pesar de la duración y la seriedad aparente del proceso, Falk describió la experiencia como algo “no particularmente agresivo” sino “aleatorio” y “desordenado”.

Después de más de cuatro horas, finalmente fueron liberados y autorizados a continuar su viaje hacia Ottawa para asistir al tribunal.

Reacciones y críticas: voces que se alzan

Desde los organizadores del tribunal

Azeezah Kanji, presidenta del tribunal de Palestina, afirmó que los organizadores se enteraron de la detención cuando la esposa de Falk les llamó muy angustiada, lo que generó una respuesta inmediata por parte suya: “el grado de perturbación fue extremo y universal”, dijo Kanji, denunciando lo que calificó como una acción inaceptable contra dos figuras destacadas del derecho internacional.

En el Senado canadiense

El senador Yuen Pau Woo, quien ha apoyado el tribunal, calificó el episodio como “espantoso”: manifestó su sorpresa de que dos juristas tan eminentes fueran tratados como posibles amenazas para la seguridad nacional, especialmente considerando su trayectoria y su misión, y pidió explicaciones oficiales.

Intelectuales y analistas

Martin Shaw, sociólogo británico y autor del libro The New Age of Genocide, consideró lo sucedido como algo “extraordinario” para Canadá, un país que a menudo se presenta como “modelo de justicia internacional”: “detener a un veterano académico y ex relator de la ONU mientras viene a un tribunal por Gaza —rechazar su entrada como si fuera un riesgo revela una presión global para frenar voces críticas sobre lo que ocurre en Palestina”, declaró Shaw.

Por su parte, Falk sostuvo que este tipo de interrogatorios forma parte de un patrón más amplio: “es parte de un empuje global para castigar a quienes intentan decir la verdad sobre lo que está sucediendo en Gaza”, afirmó.

Posición oficial y justificación de la CBSA

La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) respondió que no puede comentar casos individuales debido a las normas de privacidad. Sin embargo, recordó que las inspecciones secundarias como la que enfrentaron Falk y su esposa son un procedimiento común en cruces fronterizos: “no deben verse necesariamente como un indicio de actividad criminal o ilegal”.

La portavoz de la CBSA, Rebecca Purdy, explicó que parte de la misión de la agencia es “evaluar riesgos de seguridad y admisibilidad” al ingresar al país, lo que puede incluir entrevistas más profundas para algunas personas.

Un símbolo poderoso: Falk y su legado

Richard Falk es una figura prominente en el campo del derecho internacional: profesor emérito de Princeton, autor de numerosas obras y reconocido por su trabajo como relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados entre 2008 y 2014. Durante décadas ha sido un crítico constante de las políticas occidentales hacia Palestina, y ha investigado temas como colonialismo, derechos humanos y justicia global.

Para muchos defensores de la causa palestina, su presencia en el tribunal canadiense era más que simbólica: su experiencia y autoridad legal le daban peso para cuestionar la actitud de Canadá frente al conflicto israelí-palestino y sus propias responsabilidades históricas y contemporáneas.

Interpretaciones más amplias: lo que está en juego

Este episodio puede leerse en varios niveles:

  1. Libertad de expresión y disenso: La detención de un académico tan reputado plantea preguntas sobre los límites reales de la libertad de expresión y el derecho a participar en foros críticos sobre política internacional, incluso en democracias como Canadá.
  2. Seguridad nacional vs participación civil: Las justificaciones basadas en “riesgo para la seguridad” contrastan con el perfil de Falk: una figura pública, no violenta, con una carrera académica y diplomática. ¿Hasta qué punto se usa esta retórica para silenciar voces incómodas?
  3. Relaciones Canadá–Palestina/Israel: El evento que Falk buscaba asistir no es casual: son foros que exigen rendición de cuentas. Su interrogatorio podría interpretarse como una señal de que ciertas posturas críticas sobre Gaza generan recelo institucional, o incluso censura de facto.
  4. Debate global sobre derechos humanos: El caso se inserta en un contexto donde activistas, académicos y figuras de derechos humanos denuncian una represión cada vez más sistemática de quienes documentan crímenes o abusos relacionados con conflictos internacionales, especialmente cuando implican a potencias o actores poderosos.

Riesgos y consecuencias futuras

  • Precedente preocupante: Si esta detención se normaliza, otros académicos o activistas críticos podrían enfrentar obstáculos similares para ingresar a Canadá.
  • Desconfianza institucional: Estos eventos erosionan la confianza en las instituciones canadienses para garantizar espacios de diálogo libre y abierto, incluso en temas internacionalmente sensibles.
  • Resonancia internacional: El episodio podría alimentar debates en otros países sobre cómo se trata el disenso, especialmente cuando está vinculado a Palestina, y podría fortalecer redes de solidaridad entre académicos y defensores de derechos humanos.

La retención e interrogatorio de Richard Falk por parte de la CBSA, en vísperas de su participación en un tribunal sobre Palestina, ha desatado una avalancha de críticas y reflexiones. Más allá del incidente individual, lo que está en juego es la relación entre la seguridad nacional, el derecho a la libertad de expresión y la legitimidad de los foros que exigen justicia internacional.

En un mundo marcado por tensiones geopolíticas, este suceso ilustra cómo incluso en países que se consideran democráticos y respetuosos de los derechos humanos, las voces disidentes pueden enfrentarse a barreras estructurales cuando desafían la narrativa dominante. Para muchos, Falk no solo fue detenido: simboliza una lucha más amplia por la rendición de cuentas, el derecho a cuestionar y el papel de los académicos como vigilantes de la memoria y la justicia.

Fuente: www.cbc.ca

Foto: Google fotos


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