
THE LATIN VOX (21 de noviembre de 2025).- Por Daniela Medina.
La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, ha lanzado una crítica contundente a la expansión del oleoducto Trans Mountain (TMX), afirmando que aunque el proyecto ha aumentado la capacidad, no es suficiente para satisfacer las verdaderas demandas energéticas de Canadá. Según Smith, el país necesita más oleoductos, especialmente para asegurar su posicionamiento como exportador de petróleo y para consolidar su independencia energética.
El argumento de Smith: una expansión limitada y una visión más ambiciosa
Para Smith, la reciente ampliación de Trans Mountain representa sólo un parche temporal. Aunque reconoce la importancia del proyecto, sostiene que:
- La expansión por sí sola no resolverá el problema del acceso al mercado: Smith asegura que, incluso con la capacidad aumentada del TMX, las rutas actuales no ofrecen suficiente flexibilidad para transportar todo el crudo que produce Alberta hacia mercados globales.
- Se necesita una perspectiva de largo plazo: No basta con optimizar lo que ya existe; es necesario planificar nuevas tuberías que puedan dirigirse a otros destinos estratégicos, incluyendo la costa noroeste de la Columbia Británica, un proyecto que ha sido parte de su agenda política.
- Competencia por la capacidad: Según Smith, depender únicamente de TMX puede dejar a Alberta vulnerable ante cuellos de botella o limitaciones si la demanda y la producción continúan creciendo.
Su postura resuena en varios sectores de la industria energética, que comparten la idea de que Canada debe expandir su infraestructura de transporte de crudo más allá de la capacidad ampliada del TMX para aprovechar plenamente sus recursos energéticos.
Lo que hay detrás de las tensiones sobre los oleoductos
1. Capacidad y optimización del TMX
El director ejecutivo de Trans Mountain, Mark Maki, ha declarado que no hay prisa para construir nuevos oleoductos, ya que el oleoducto expandido podría funcionar con ajustes durante varios años.
Maki explica que se están explorando métodos para aumentar la eficiencia del oleoducto existente por ejemplo, mediante aditivos químicos que mejoran la fluidez del crudo sin necesidad de construir de inmediato nuevas tuberías.
Además, se proyecta que el TMX podría operar a plena capacidad solamente después de una optimización cuidadosa, lo que podría dar tiempo para evaluar alternativas más grandes.
2. Críticas y debates sobre la necesidad de nuevas tuberías
Organizaciones del sector energético han advertido que, aunque la expansión de Trans Mountain es beneficiosa, no es suficiente para cubrir las necesidades futuras.
Por su parte, expertos en políticas energéticas sostienen que optimizar lo existente es lo más eficiente a corto plazo, pero que Canadá debe planear proyectos de oleoductos adicionales si desea posicionarse como un actor energético global a largo plazo.
Implicaciones políticas y económicas
El llamado de Smith no es puramente técnico: tiene un fuerte contenido político y estratégico. Algunos puntos clave:
- Soberanía energética: Para Smith y otros líderes de Alberta, tener más tuberías exportadoras significa menor dependencia de mercados locales o saturados y una mayor capacidad para proyectar poder económico.
- Competitividad internacional: Más oleoductos podrían permitirle a Canadá aumentar su presencia en mercados asiáticos o europeos, donde hay demanda de crudo canadiense, especialmente si se combina con medidas de sostenibilidad como captura de carbono.
- Presión federal: La postura de Smith desafía al gobierno federal, que ha apoyado la expansión del TMX, pero ha sido más cauteloso respecto a nuevas infraestructuras petroleras, en parte por consideraciones ambientales y de costo.
- Tensión ambiental: Construir nuevos oleoductos implica enfrentarse con grupos ecologistas, poblaciones indígenas y comunidades locales que ya han protestado en proyectos anteriores.
Riesgos y desafíos de la propuesta de Smith
- Viabilidad económica: Las nuevas tuberías requieren inversiones multimillonarias; debe demostrarse que la demanda futura justificará ese gasto.
- Regulación y permisos: Obtener aprobaciones federales, provinciales y de comunidades locales será clave y puede ser un proceso complejo y largo.
- Reacción política opuesta: Otros gobiernos provinciales pueden oponerse, especialmente si ven riesgos para el medio ambiente o para su propia economía.
- Equilibrio con metas climáticas: En un contexto global donde hay presión para reducir emisiones, expandir la infraestructura de petróleo podría generar críticas y tensiones con objetivos de transición energética.
El debate sobre la expansión del oleoducto Trans Mountain ha entrado en una nueva fase, con Danielle Smith impulsando una visión más ambiciosa que va más allá de la ampliación existente. Para ella, Canadá debe construir más oleoductos si realmente quiere aprovechar su potencial energético y asegurar su papel como exportador global.
Sus palabras revelan una estrategia clara: no basta con lo que ya se ha construido; hay que mirar al futuro con audacia, diversificar las rutas de crudo y consolidar la soberanía energética de Alberta y del país. Pero ese camino estará plagado de desafíos, desde la financiación y la regulación hasta la legitimidad ambiental.
Mientras tanto, la industria y los responsables de política observarán con atención: si Alberta logra su objetivo, podríamos estar frente a una nueva era para la energía canadiense —y una redefinición de su papel en el mapa mundial del petróleo.
Fuente: www.theglobeandmail.com
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