THE LATIN VOX (21 de noviembre de 2025).- Por Daniela Medina.
El fenómeno de los robos “smash-and-grab” donde delincuentes destruyen vitrinas, ingresan a las tiendas, sustraen joyas u otros bienes valiosos y huyen rápidamente ha registrado un aumento preocupante en varias ciudades de Canadá, según una combinación de reportes policiales, datos del sector minorista y medios locales. Esta ola de delitos no solo erosiona la seguridad comercial, sino que pone en tensión a las autoridades, a los comerciantes y a la economía minorista.
Panorama actual: cifras, modus operandi y crecimiento del problema
Las ciudades más golpeadas
- Ottawa ha sido escenario de al menos 10 robos “smash-and-grab” desde enero de 2025, de acuerdo con la policía local. Los asaltos se han caracterizado por el uso de herramientas como martillos y palancas, y los ladrones escapan en vehículos robados.
- En Montreal, joyerías han sido atacadas con una frecuencia creciente. Expertos relacionan esta tendencia con el alza del precio del oro, que hace que los artículos robados sean especialmente atractivos.
- El Retail Council of Canada y otros organismos advierten también de un repunte general de “crimen descarado” (brazen crime) en el comercio, lo que incluye no solo robos organizados, sino actos violentos en pleno día.
Características de los robos
Los “smash-and-grab” denunciados muestran ciertos patrones operativos consistentes:
- Los delincuentes golpean deliberadamente vitrinas de vidrio para acceder a mercancía.
- Operan en grupo, a menudo enmascarados y preparados para huir rápidamente en vehículos. Y
- A menudo el objetivo son objetos de alto valor joyería, relojes, metales preciosos, lo que maximiza las ganancias.
- La organización detrás de algunos robos apunta a redes criminales bien estructuradas, no simples ladrones oportunistas.
Causas y factores que alimentan la escalada
Varios expertos, comerciantes y autoridades señalan múltiples razones detrás de este fenómeno:
- Precio del oro y metales preciosos
El alza del oro ha sido señalada por minoristas y analistas como uno de los motores de la oleada de robos en joyerías. - Impunidad y crimen organizado
Según cuerpos policiales y asociaciones del comercio, muchos de estos robos están vinculados a delincuentes organizados que ven en las joyerías un objetivo rentable y relativamente fácil. - Vulnerabilidad estructural de los comercios
Tiendas con vitrinas de vidrio sin protección reforzada o sin barreras físicas son especialmente vulnerables. - Limitaciones en la respuesta policial
La velocidad con la que se ejecutan estos robos dificulta muchas veces una respuesta efectiva. Algunos robos son “fuera de minutos” y requieren coordinación entre las fuerzas del orden para capturar a los autores. - Impacto económico y de seguros
Los comerciantes deben asumir costosos reparos y mejoras de seguridad. Además, la percepción de riesgo crece entre los minoristas, lo que podría traducirse en mayores primas de seguro o incluso cierre de negocios vulnerables.
Consecuencias para los comerciantes y la economía
- Costos financieros: Reparar vitrinas, reforzar seguridad y reponer mercancía robada representa una carga significativa para los comercios, especialmente para joyerías pequeñas y familiares.
- Aumento de la inseguridad: La reputación de seguridad comercial se ve afectada, lo que puede reducir el tráfico de clientes y deteriorar la imagen de centros comerciales o distritos comerciales.
- Presión sobre las pólizas de seguro: Las aseguradoras podrían subir las primas para comercios en zonas vulnerables o incluso negar cobertura si consideran que el riesgo es demasiado alto.
- Respuesta comunitaria y policial: Los comerciantes exigen una acción más firme de la policía y un enfoque coordinado para prevenir estos delitos; algunos piden patrullaje intensificado y unidades especializadas para robos minoristas.
Medidas que se están proponiendo
Para hacer frente a esta ola delictiva, se están planteando varias respuestas:
- Refuerzo de seguridad física
– Uso de vidrio laminado o reforzado en vitrinas para dificultar su rotura.
– Instalación de puertas plegables o rejas metálicas en locales vulnerable. - Vigilancia tecnológica
– Cámaras de alta resolución y detección de rotura de vidrio.
– Sistemas de alarma conectados a centros de monitoreo para respuesta rápida. - Colaboración con la policía
– Creación de unidades dedicadas a robos en comercio (robbery units) para abordar específicamente los “smash-and-grab”.
– Programas de inteligencia para identificar patrones criminales y redes organizadas. - Presión regulatoria y legal
– Solicitud de penas más severas para quienes cometen robos con violencia y destrucción.
– Incentivos para que los dueños de tiendas inviertan en seguridad, por ejemplo, a través de créditos fiscales o subsidios. - Conciencia del sector privado
– Capacitación para los empleados sobre cómo reaccionar durante un robo (cuando sea seguro hacerlo).
– Asistencia entre comerciantes para compartir recursos de seguridad y mejores prácticas.
Reacciones destacadas
- Las joyerías, especialmente las ubicadas en centros comerciales de alto valor, han advertido que el fenómeno del “smash-and-grab” no solo deriva en pérdidas materiales, sino que también impacta emocionalmente al personal, que teme por su seguridad.
- La policía de Ottawa, a través de su unidad de robos, reconoció que estos delitos se han vuelto más audaces y organizados, lo que requiere una nueva estrategia policial.
- El Retail Council of Canada (Consejo Minorista de Canadá) ha señalado la necesidad de un enfoque integral: que combine prevención (seguridad), sanción (ley), e inteligencia (policía) para frenar esta ola robos.
Panorama más amplio: una crisis del comercio al por menor
El aumento de robos “smash-and-grab” no es solo un fenómeno aislado: forma parte de un problema mucho más amplio de delincuencia en el comercio minorista canadiense. Según un informe reciente, los delitos violentos en entornos comerciales han crecido, y los robos de negocios representan una amenaza sistémica que podría afectar la viabilidad a largo plazo de muchas pequeñas empresas.
Si no se adoptan medidas efectivas, algunos comerciantes advierten que podría desencadenarse una espiral de inseguridad: más robos mayores costos cierre de tiendas menor vigilancia policial, lo que dejaría a los comercios restantes aún más expuestos.
El fenómeno “smash-and-grab” ha regresado con fuerza en Canadá, impactando particularmente a joyerías y minoristas con mercancía de alto valor. A simple vista, estos robos pueden parecer espectaculares y aislados, pero el análisis revela una tendencia estructural: delincuentes organizados, bajos costos operativos para ellos y altos costos para las víctimas.
Para frenar esta ola, se necesitan soluciones que combinen seguridad física, tecnología, colaboración policial y políticas públicas responsables. Los comerciantes no pueden enfrentarse solos a este desafío: es necesario un compromiso conjunto entre el sector privado, las autoridades y la comunidad para reconstruir la seguridad del comercio minorista en Canadá.
El costo de la inacción podría ser alto: no solo pérdidas materiales, sino un deterioro en la confianza de los consumidores, en la seguridad de los trabajadores y en el tejido económico de ciudades y pueblos que dependen del comercio local. El país se encuentra ante una encrucijada: actuar ahora o permitir que estos crímenes se normalicen y se arraiguen aún más.
Fuente: www.cbc.ca
Foto:www.cbc.ca