
THE LATIN VOX (24 de noviembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Fuertemente armados, atacantes han lanzado un golpe coordinado contra el cuartel general de la fuerza paramilitar Frontier Corps (FC) en la ciudad noroccidental de Peshawar, según reportes de medios locales y agencias internacionales. El incidente, que incluyó tiroteos, explosiones y un atentado suicida, ha desatado una respuesta inmediata de las fuerzas de seguridad paquistaníes, que han acordonado la zona mientras intentan controlar una situación aún calificada como “crítica”.
El ataque: cómo ocurrió
Según Al Jazeera, testigos y fuentes policiales reportaron que dos atacantes suicidas estuvieron involucrados en el asalto. Uno de ellos detonó explosivos en la entrada principal del cuartel, mientras que el segundo logró penetrar en el recinto. Poco después de la explosión inicial, se escucharon ráfagas de disparos prolongadas, lo que sugiere que no fue un ataque aislado sino un asalto complejo.
Las fuerzas de seguridad paquistaníes, incluyendo la policía local y el ejército, han establecido un perímetro de seguridad alrededor de la sede del Frontier Corps, que se encuentra en un área densamente poblada, muy cerca de un cantón militar.
Víctimas e impacto
De acuerdo con fuentes citadas por Reuters y reportadas también por Al Jazeera, al menos tres personas han muerto en el ataque.No está claro por ahora si los fallecidos son todos miembros de las fuerzas de seguridad o también incluyen civiles, dado que el cuartel se encuentra en una zona muy poblada.
Reacción de las fuerzas de seguridad
El jefe de policía de Peshawar, Mian Saeed Ahmad, aseguró que sus equipos están respondiendo activamente al asalto y que el perímetro ya está sellado. Mientras tanto, el alto mando militar ha desplegado refuerzos, en vista de la posibilidad de que aún haya atacantes dentro del complejo.
Los agentes de seguridad han advertido a los residentes cercanos que se mantengan alejados del área mientras se desarrolla el operativo, tanto por la presencia de explosivos como por el riesgo de nuevos enfrentamientos.
Contexto: un foco de violencia persistente
Peshawar, capital de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, ha sido en los últimos años un punto de tensión constante. Grupos insurgentes, incluidos combatientes talibanes paquistaníes, han protagonizado numerosos ataques en esta región fronteriza con Afganistán.
No es la primera vez que un edificio paramilitar es blanco de un atentado en Pakistán este año: en septiembre, un ataque suicida sobre la sede del Frontier Corps en Quetta dejó decenas de víctimas.
Posibles autores y motivos
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado oficialmente el ataque, pero fuentes policiales y analistas coinciden en que podría tratarse de una acción del Tehrik-e-Taliban Pakistán (TTP) o de facciones relacionadas. Estas organizaciones han demostrado en el pasado su capacidad operativa para realizar ataques suicidas y asaltos coordinados contra objetivos militares y paramilitares.
El hecho de que uno de los atacantes haya detonado una bomba en la entrada sugiere un deseo concreto de causar destrucción y caos, mientras que la infiltración del segundo agresor podría apuntar a un objetivo más amplio dentro del recinto.
Implicaciones
- Seguridad nacional: Este ataque no solo representa un golpe simbólico al poder paramilitar, sino también un posible desafío a la autoridad del Estado en zonas estratégicas. Si los atacantes lograron ingresar al cuartel, podría cuestionarse la eficacia de los protocolos de seguridad.
- Tensión regional: Dada la proximidad de Peshawar con la frontera afgana, el asalto podría reavivar las preocupaciones sobre la seguridad fronteriza y el flujo de milicianos.
- Respuesta del Gobierno: La reacción inmediata y enérgica de las fuerzas de seguridad paquistaníes será clave para restaurar el control. También será crucial investigar cómo ocurrió la brecha de seguridad y quién estuvo detrás del ataque.
- Repercusión mediática internacional: Atentados como este aumentan la atención sobre Pakistán en la arena global, especialmente en medio de acusaciones recurrentes sobre el refugio y la operatividad de grupos insurgentes en su territorio.
El ataque de hoy contra el cuartel general del Frontier Corps en Peshawar representa una escalada grave en la violencia que enfrenta Pakistán. Con explosiones, tiroteos y un atentado suicida, los agresores han puesto en jaque a una institución clave de seguridad en una zona ya de por sí volátil. Las fuerzas paquistaníes han respondido con rapidez, pero el incidente deja al descubierto los desafíos persistentes en materia de inteligencia, defensa y protección de infraestructuras sensibles.
A medida que se desarrollen más detalles, los ojos estarán puestos en quién reivindicará el golpe, cuáles eran sus objetivos reales y cómo responderá Islamabad para prevenir ataques similares en el futuro.
Fuente:www.aljazeera.com/
Foto: Google fotos