THE LATIN VOX (06 de Diciembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Este domingo, Hong Kong acude a las urnas para renovar el Legislative Council (Consejo Legislativo) en medio de un clima de dolor, rabia y profundo escepticismo. Apenas unos días atrás, la ciudad sufrió su incendio más mortal en décadas en el complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito Tai Po, tragedia que deja al menos 159 muertos y una herida moral colectiva profundamente arraigada.
La simultaneidad de las elecciones con el luto por las víctimas y la indignación ciudadana por lo que muchos consideran fallos estructurales en seguridad, regulación de construcciones y transparencia gubernamental ha convertido estos comicios en una suerte de referéndum sobre la gobernabilidad, la rendición de cuentas y el futuro político de la ciudad.
El incendio un desastre que desató la furia popular
El 26 de noviembre, un incendio devastó siete torres del complejo Wang Fuk Court, arrasando con decenas de pisos, hogares y vidas. Autoridades locales han confirmado que la red protectora usada en los andamios durante las obras de reforma no cumplía los estándares de seguridad contra incendios, lo que habría permitido que las llamas se extendieran con rapidez.
Desde entonces, los residentes y toda la ciudad han expresado su conmoción y su rabia no solo por la tragedia sino por lo que muchos perciben como negligencia institucional. Se han iniciado investigaciones con cargos que van desde la negligencia hasta el homicidio involuntario contra contratistas y empresas responsables de las obras.
La magnitud de la tragedia y los indicios de irregularidades han sacudido a una comunidad que hasta hace poco parecía resignada a la falta de transparencia. Memoriales improvisados, protestas silenciosas, resignación, llanto y una sensación compartida de vulnerabilidad dominan el ánimo de Hong Kong.
Unas elecciones bajo receta: solo candidatos aprobados, abstención como reflejo de desconfianza
Las elecciones legislativas de 2025 se realizan bajo el marco del sistema “solo patriotas” impuesto tras la reforma electoral de 2021, que redujo drásticamente los escaños de elección directa solo 20 de los 90 totales y vetó postulaciones que no cuenten con la aprobación de Beijing o de sus representantes.
El incendio ha añadido una nueva capa de tensión a un sistema ya de por sí criticado por su limitada representatividad: muchos ciudadanos expresan su apatía o rechazo hacia una contienda en la que sienten que su voz está condicionada de antemano.
La participación en 2021 fue históricamente baja alrededor de 30,2 %, y hoy muchos analistas anticipan que la desafección podría ser aún mayor, en un contexto de dolor, indignación y desencanto.
Campaña suspendida, elecciones urgidas: presión oficial frente al clamor ciudadano
Tras la tragedia, todas las actividades de campaña fueron suspendidas de manera abrupta. Los candidatos cancelaron mítines, debates y eventos públicos. Solo después de declarar un breve duelo la autoridad insistió en que la elección debía continuar como parte de la recuperación de la ciudad se retomaron algunos foros, bajo una nueva narrativa: “unidad, reconstrucción y apoyo a las víctimas”.
El jefe del Ejecutivo, John Lee, ha instado a los ciudadanos a votar como un símbolo de solidaridad con las víctimas y de compromiso con la reconstrucción. Pero muchos hongkoneses interpretan el llamado como una presión más una manera de evitar que la tragedia se convierta en un catalizador de protesta o movilización social.
Una elección como termómetro de la confianza ciudadana
Más allá de las urnas, estas elecciones funcionan como un barómetro de la legitimidad gubernamental y la paciencia ciudadana. La combinación de tragedia humanitaria, denuncias de negligencia y restricción del pluralismo político pone en jaque la aparente normalidad institucional de Hong Kong.
Para muchos observadores, este domingo podría marcar un punto de inflexión: si la abstención crece, podría interpretarse como un rechazo silencioso al actual modelo de gobernanza. Si la votación se mantiene alta o es impulsada oficialmente, podría consolidar aún más el control político vigente, pese al dolor reciente.
Una ciudad en duelo y la difícil normalidad de sobrevivir
Mientras las urnas se abren, Hong Kong no olvida: las familias de las víctimas, los damnificados que perdieron su hogar, los desplazados, los que aún buscan a desaparecidos, siguen viviendo en un estado de emergencia permanente. Las promesas de investigaciones, reformas y reconstrucción chocan con la desconfianza, la rabia y el miedo a que todo quede en palabras.
El resultado electoral y los días que siguen definirán no sólo la composición del Legislativo, sino la dirección que tomará una ciudad que, en unas semanas, pasó de vivir bajo la sombra de los rascacielos a enfrentarse a su fragilidad más profunda.
Fuente:www.bbc.com
Foto: www.bbc.com