
THE LATIN VOX (10 de Diciembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Una intensa perturbación invernal que azota el sur de Ontario provocó para este miércoles 10 de diciembre de 2025 una ola significativa de cancelaciones y demoras en el servicio de autobuses escolares en diversas jurisdicciones del Gran Toronto y el área metropolitana conocida como GTHA (Greater Toronto and Hamilton Area). La combinación de nevadas intensas, vientos y carreteras peligrosas ha puesto en jaque la rutina de miles de estudiantes y familias.
Un clima implacable, escuelas abiertas… pero sin transporte
Antecedentes climáticos
La jornada amaneció con alertas de nevadas intensas emitidas por Environment Canada, que pronosticó acumulaciones importantes de nieve y ráfagas que podrían reducir la visibilidad en la mañana. Esa advertencia encendió las alarmas en muchos distritos escolares, que comenzaron a evaluar la situación desde la madrugada.
En consecuencia, múltiples “school boards” decidieron suspender los servicios de transporte escolar como medida de precaución, aunque en la mayoría de los casos salvo excepciones las escuelas permanecieron abiertas.
Cancelaciones y demoras: una generalidad en la región
- En la región de York, todos los servicios de autobuses, minibuses y taxis escolares del York Region District School Board y del York Catholic District School Board fueron cancelados.
- En Halton, las escuelas están operativas, pero el transporte fue suspendido en varias zonas (Zona 2 y 3).
- En el condado de Durham se suspendió el servicio escolar en todas las zonas, aunque las aulas permanecen habilitadas.
- Al sur de Peel zona de Caledon algunos autobuses también fueron cancelados; en este caso, aunque la escuela sigue abierta, muchos estudiantes tendrán dificultades para llegar.
- En Waterloo Region (fuera de la GTHA) se registró una cancelación total del servicio de transporte incluyendo rutas especiales aunque las escuelas continúan funcionando con normalidad.
- Otras regiones del suroeste de Ontario, como Sarnia-Lambton y Chatham-Kent, también suspendieron todos sus servicios de transporte escolar ante la combinación de nieve, hielo y visibilidad reducida.
En ciudades como Toronto, donde el uso de autobuses escolares no es tan predominante como en zonas suburbanas o rurales, los servicios funcionaron con regularidad. No obstante, las autoridades alertaron sobre posibles demoras y recomendaron a las familias seguir los avisos oficiales.
📚 Educación en medio de la tormenta: escuelas abiertas, familias en alerta
Un dato relevante: a pesar de las cancelaciones masivas del transporte, la mayoría de las escuelas se mantuvieron abiertas. La política de muchos distritos como el Toronto District School Board (TDSB) permite que los alumnos asistan por otros medios (transporte público, caminando, etc.) o que los padres decidan mantenerlos en casa si lo consideran necesario.
Sin embargo, la ausencia de transporte escolar representa una carga para muchas familias especialmente en zonas rurales o suburbanas, donde el autobús es casi la única opción viable para que los estudiantes lleguen al colegio. La cancelación revivió tensiones históricas sobre vulnerabilidad e inequidad en el acceso a la educación.
¿Qué llevó a esta decisión? Riesgo, seguridad y responsabilidad institucional
Los consorcios de transporte estudiantil de Ontario suelen basar sus decisiones en una combinación de factores: condiciones meteorológicas actuales y previstas, estado de carreteras, visibilidad, temperaturas, tipo de nieve (seca, húmeda, helada) y riesgos de tránsito, especialmente en rutas largas o rurales.
En este caso, la combinación de nevadas fuertes + vientos + reducción de visibilidad generó un panorama peligroso, con riesgos aumentados de accidentes, vehículos atascados, demoras prolongadas y tiempos de espera en clima frío: circunstancias que muchos distritos consideraron inaceptables para operar con normalidad.
El consorcio de transporte del este (servicios escolares de Ottawa) emitió un comunicado señalando que, aunque hoy sí operan, advierten posibles demoras, especialmente en la tarde, por lo que instan a las familias a planificar con cautela.
Impacto real en familias y comunidades: más allá de la nieve
Para miles de familias en el GTHA y en los alrededores, la decisión de cancelar buses genera efectos inmediatos:
- Padres que deben reorganizar horarios de trabajo para llevar o recoger a sus hijos.
- Estudiantes que solo confían en transporte escolar quedan varados o forzados a buscar alternativas.
- Riesgo de ausencias masivas en colegios, lo que afecta no solo el aprendizaje, sino también los servicios de comedor, rutas comunitarias y programas extracurriculares.
- Inquietud sobre la equidad en el sistema educativo: las zonas rurales o suburbanas donde el pueblo-coche-autobús es la norma suelen ser las más afectadas, acentuando brechas de acceso.
Además, la situación refleja una vez más la vulnerabilidad de las infraestructuras de transporte escolar ante fenómenos meteorológicos, y cuestiona la capacidad de los municipios y distritos para anticiparse, informar con rapidez y garantizar continuidad educativa en condiciones extremas.
¿Y mañana? El dilema de la continuidad durante el invierno canadiense
El pronóstico para las próximas 24 a 48 horas sugiere que las condiciones podrían mejorar progresivamente en algunas áreas, aunque persiste la incertidumbre: nevadas intermitentes, hielo y formación de escarcha podrían seguir complicando la circulación.
Entre las opciones sobre la mesa:
- Mantener las escuelas abiertas pero continuar con rutas escolares suspendidas, favoreciendo transporte público o soluciones caseras.
- Evaluar reprogramaciones, clases virtuales o ajustes temporales en horarios para adaptarse a la realidad del clima.
- Revisar protocolos de cierre/cancelación para los días de nieve, e incluso considerar inversiones en transporte subsidiado o alternativo en zonas vulnerables.
Cuando la nieve redefine la rutina educativa
El miércoles 10 de diciembre de 2025 quedará marcado como un día complicado para estudiantes, familias y autoridades en la GTHA y alrededores. Una tormenta de invierno no tan inusual en el calendario canadiense, pero intensa en su llegada puso en evidencia las fragilidades de un sistema de transporte escolar dependiente del clima, y reveló los costos sociales de cada decisión de cancelación.
Para muchos, el día transcurrió con incertidumbre, organizando nuevos planes, buscando solidaridades vecinales, ajustando horarios. Para otros, fue la confirmación de que la seguridad está por encima de la rutina. Pero para todos comunidades escolares, padres, maestros quedó claro que en Canadá, la nieve no solo exige quitanieves: exige flexibilidad, solidaridad, y estar siempre preparados para lo imprevisible.
Fuente: www.cp24.com
Foto: Google fotos