El presidente Vladimir Putin ha reconocido que “islamistas radicales” fueron los autores del mortífero ataque del viernes en una sala de conciertos de Moscú. Sin embargo, el líder ruso ha reiterado su afirmación previa de que los atacantes tenían algún tipo de vínculo con Ucrania y Occidente. Ucrania ha rechazado la afirmación rusa como absurda.
Un afiliado del grupo Estado Islámico (IS) ha declarado ser el responsable de la atrocidad, en la que murieron 139 personas, y el IS ha publicado imágenes del ataque. Veintidós personas aún se encuentran en estado grave en el hospital, incluyendo dos niños, según funcionarios rusos.
Durante una reunión televisada el lunes, Putin dijo: “Sabemos que el crimen fue cometido por manos de islamistas radicales, cuya ideología el mundo islámico mismo ha estado combatiendo durante siglos”. Luego añadió: “Queremos saber quién lo ordenó”. Muchas preguntas siguen sin respuesta, argumentó, repitiendo una afirmación infundada de que los atacantes habían intentado huir hacia el sur a Ucrania. “¿Quién los esperaba allí?”, preguntó. “Esta atrocidad puede ser solo un eslabón en una serie completa de intentos por parte de aquellos que han estado en guerra con nuestro país desde 2014”.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky condenó las afirmaciones rusas durante su discurso nocturno en video: “Putin estaba hablando consigo mismo de nuevo… De nuevo, culpa a Ucrania. Una criatura enferma y cínica”. Estados Unidos dice que el IS es “únicamente” responsable del ataque en Moscú, y varios países europeos han intensificado la seguridad, con Francia advirtiendo sobre un resurgimiento en las amenazas yihadistas.
Cuatro ciudadanos de Tayikistán han comparecido ante el tribunal acusados de llevar a cabo la masacre. Otros cuatro sospechosos han sido acusados de ayudar al terrorismo, incluyendo a un hombre de 31 años de Kirguistán sospechoso de alquilar un piso utilizado por los atacantes. El ataque ocurrió poco más de dos semanas después de que la embajada de EE.UU. advirtiera que “extremistas tienen planes inminentes de atacar grandes reuniones en Moscú, incluyendo conciertos”. Putin rechazó la advertencia como provocativa solo la semana pasada.
Mientras tanto, el servicio de seguridad FSB de Rusia anunció el martes que había frustrado un ataque de combatientes rusos pro-Ucrania en la ciudad sureña de Samara. Dijo que un miembro del grupo paramilitar Cuerpo de Voluntarios Rusos se había inmolado después de ser aprehendido.