
THE LATIN VOX (26 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Jannik Sinner sigue escribiendo su propio nombre en la historia del tenis. El joven italiano se coronó campeón del Abierto de Australia por segundo año consecutivo, defendiendo con éxito el título que conquistó en 2024, al derrotar a Alexander Zverev en una final que combinó su inquebrantable fortaleza mental con su excepcional destreza técnica. El marcador final fue 6-3, 7-6 (4), 6-3, y con esta victoria, Sinner alcanzó su tercer Grand Slam, consolidándose como uno de los grandes talentos de su generación.
La final comenzó con un dominio claro de Sinner, quien fue el primero en imponer su juego en los intercambios largos. Zverev, conocido por su poderoso servicio y su gran capacidad física, no pudo encontrar su ritmo en el primer set, cediendo una ruptura de servicio a Sinner en un juego tenso. El italiano, con su habitual eficacia y determinación, cerró rápidamente la primera manga 6-3.
Sin embargo, el segundo set fue mucho más disputado. Zverev, con su característico empuje, respondió de manera feroz. En el 5-6 y con Sinner al servicio, Zverev estuvo a punto de robarle el set, pero el italiano, con una reacción espectacular, respondió con uno de los puntos más brillantes del torneo: una carrera incansable por la pista que culminó con un revés ganador a la línea, dejando a Zverev estancado en la red.
Ese momento cambió la dinámica del partido, y Sinner, con su cabeza fría, llevó la manga a un tiebreak, donde aprovechó una racha de suerte en el punto decisivo: un golpe de derecha que tocó la red y le dio una ventaja crucial para llevarse el set.
Ya con un 2-0 a su favor, Sinner controló el tercer set sin mayores complicaciones, quebrando el servicio de Zverev y manteniendo su dominio hasta el final. Con el 6-3 en el último set, Sinner celebró su tercer título de Grand Slam, convirtiéndose en el primer italiano en la historia en conseguir tres coronas de este tipo.
Este logro marca un hito significativo en la carrera de Sinner, quien a sus 23 años ha logrado un récord impresionante: tres finales de Grand Slam disputadas, tres victorias. Se convierte, además, en el octavo jugador en la historia del tenis masculino en ganar todos sus primeros tres Grand Slams.
Su capacidad para mantenerse calmado bajo presión, como lo demostró en los momentos cruciales de la final, lo coloca como uno de los favoritos para seguir dominando el circuito en los próximos años.
Por su parte, Alexander Zverev sigue lamentando su incapacidad para coronarse en un Gran Slam. Con esta derrota, el alemán se convierte en el sexto jugador en la historia en perder sus primeras tres finales de Grand Slam. A pesar de su excelente nivel de juego durante la segunda manga, Zverev no pudo capitalizar sus oportunidades, especialmente en los momentos decisivos del tiebreak.
Mientras Sinner se lleva el trofeo, también hay incertidumbre en su horizonte, ya que enfrenta una batalla legal relacionada con un caso de dopaje. La Corte Arbitral del Deporte (CAS) ha fijado para abril la audiencia de su apelación, lo que podría poner en duda su participación en el próximo Grand Slam, el Abierto de Francia. Sin embargo, por ahora, Sinner puede disfrutar de su éxito, consolidándose como uno de los grandes nombres del tenis contemporáneo.
Con este nuevo título, Sinner no solo reafirma su lugar entre los mejores tenistas del mundo, sino que también parece estar construyendo un legado que podría trascender generaciones. La pregunta ya no es si será un campeón de la era moderna, sino cuántos más títulos de Grand Slam podrá conquistar en los próximos años.
Crédito fotográfico: David Gray/AFP via Getty Images