Canadá está imponiendo sanciones al nuevo jefe de seguridad de Irán, junto con seis iraníes acusados de desestabilizar Oriente Medio y Ucrania.
Ali Akbar Ahmadian, un ex comandante de la división naval del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, asumió la presidencia del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán en mayo.
Otras personas que enfrentan nuevas sanciones canadienses incluyen a ejecutivos de la industria de drones y del sector de aviación de Irán, acusados de ayudar a sembrar el caos en la vecindad de Irán y de apoyar la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
La ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, dice que las nuevas sanciones buscan mantener a Ottawa en línea con los aliados europeos y estadounidenses, para que las personas que enfrentan sanciones no vean a Canadá como un refugio seguro para sus activos.
Esta es la decimotercera ronda de sanciones del gobierno federal contra funcionarios iraníes, que tienen como objetivo impedir que entren a Canadá y congelar cualquier activo que posean en el país.
Los críticos han dicho que es imposible determinar si las sanciones de Ottawa están teniendo el efecto previsto, ya que expertos han testificado en el Parlamento que Canadá hace un mal trabajo al rastrear sus esfuerzos.