
En medio de crecientes tensiones comerciales, Canadá ha implementado aranceles del 25% sobre productos estadounidenses como respuesta directa a las medidas proteccionistas impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha expresado su firme rechazo a las políticas arancelarias de la administración Trump, calificándolas de «injustas y perjudiciales para ambas economías». En una reciente visita a París, Carney y el presidente francés, Emmanuel Macron, se comprometieron a fortalecer su alianza frente a las políticas comerciales de Estados Unidos, destacando la importancia de una colaboración basada en el respeto mutuo y la equidad.
Además, Canadá está reconsiderando su acuerdo de adquisición de 88 aviones de combate F-35 de fabricación estadounidense, valorado en 15.000 millones de dólares. El ministro de Defensa canadiense, Bill Blair, anunció que se están explorando alternativas, incluyendo el Super Rafale de fabricación francesa, que podría ser ensamblado en Canadá, reflejando una estrategia para reducir la dependencia de proveedores estadounidenses en medio de las tensiones actuales.
La respuesta de Canadá también ha tenido repercusiones en el ámbito empresarial. Elon Musk, CEO de Tesla, ha advertido que la guerra comercial podría afectar significativamente a las empresas estadounidenses, incluyendo la suya, debido al aumento de costos de fabricación e importación. Esta situación podría tener un impacto negativo en la competitividad de las empresas norteamericanas en el mercado global.
Mientras tanto, ciudadanos canadienses han comenzado a mostrar su descontento evitando viajar a Estados Unidos o comprar productos estadounidenses, en protesta por las políticas arancelarias de Trump. Este sentimiento de traición podría afectar aún más las relaciones comerciales y culturales entre ambos países.
En este contexto, Canadá busca fortalecer sus relaciones internacionales y diversificar sus alianzas comerciales para mitigar el impacto de las políticas proteccionistas de Estados Unidos, reafirmando su compromiso con un comercio justo y equilibrado en el escenario global.