China responde a los aranceles de Trump con sanciones y una investigación antimonopolio a Google

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THE LATIN VOX (4 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China dio un nuevo giro el martes con el inicio de una serie de medidas de represalia por parte de Pekín, después de que el presidente Donald Trump impusiera un arancel del 10% a una amplia gama de productos chinos.

Ante esta escalada, China no tardó en reaccionar, anunciando investigaciones y nuevos aranceles que impactan directamente a varios sectores clave de la economía estadounidense.

Poco después de que entraran en vigor los aranceles impuestos por Washington, el gobierno chino desató una investigación antimonopolio contra Google. Aunque el gigante tecnológico tiene gran parte de sus servicios bloqueados en China, como su motor de búsqueda y correo electrónico, aún obtiene ingresos a través de la publicidad de empresas chinas en mercados internacionales, así como de fabricantes de teléfonos chinos que utilizan su sistema operativo Android.

Además, el Ministerio de Finanzas de China anunció aranceles adicionales del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado (GNL) de EE. UU., y del 10% sobre el crudo, equipos agrícolas, vehículos de gran desplazamiento y camionetas.

También se impusieron controles de exportación sobre minerales estratégicos como el tungsteno, telurio, rutenio y molibdeno, elementos clave para diversas industrias de alta tecnología. A su vez, las empresas estadounidenses PVH Group e Illumina Inc. fueron añadidas a la lista de «entidades no fiables», lo que abre la puerta a posibles sanciones o restricciones sin que se hayan detallado las acusaciones específicas.

Este es solo uno de los últimos movimientos en una serie de tensiones comerciales que han involucrado a gigantes tecnológicos estadounidenses. En diciembre, China lanzó una investigación antimonopolio contra Nvidia, el fabricante de semiconductores, y ahora se informa que Intel, otro coloso estadounidense en la industria de los microchips, podría ser el próximo en ser investigado por las autoridades chinas.

La relación de China con las principales empresas tecnológicas de EE. UU. está en el centro de un enfrentamiento que podría tener implicaciones profundas para los mercados globales.

El gobierno chino defendió su respuesta, argumentando que la imposición unilateral de aranceles por parte de Estados Unidos «viola gravemente las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)» y que, en lugar de resolver los problemas internos de EE. UU., estos aranceles perjudican la cooperación económica entre ambos países. «Este enfoque solo daña la normalidad de las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos», afirmó el Ministerio de Finanzas chino.

El conflicto no solo involucra a China. En una aparente muestra de flexibilidad, Trump acordó posponer temporalmente los aranceles del 25% sobre México y Canadá, tras intensas negociaciones sobre temas migratorios y de seguridad en la frontera. Sin embargo, la amenaza de nuevos aranceles sigue siendo un tema candente. La Casa Blanca también anunció que Trump se reunirá esta semana con el presidente chino, Xi Jinping, para discutir posibles «contramedidas» y presentar una demanda formal contra EE. UU. en la OMC.

Mientras tanto, los economistas han advertido que los aranceles impuestos por Trump podrían tener un impacto negativo en los precios de los productos en los EE. UU., justo cuando el presidente había prometido reducirlos rápidamente al asumir el cargo.

Trump, por su parte, se mostró confiado en que las tarifas son una herramienta «muy poderosa» para fortalecer la economía estadounidense y «conseguir todo lo que se quiere». «Al final, todos quieren hacer acuerdos», afirmó el mandatario, agregando que cualquier «dolor» generado por las tarifas sería «temporal».

En los mercados financieros internacionales, las reacciones fueron mixtas. En Hong Kong, el índice Hang Seng subió un 2.8%, mientras que el Kospi de Corea del Sur experimentó un aumento del 1.3%. Sin embargo, los mercados europeos no compartieron este optimismo. El índice FTSE 100 de Londres cayó 31 puntos, mientras que el valor de la libra esterlina y el euro se desplomaron frente al dólar estadounidense.

Las próximas semanas podrían ser decisivas para el futuro de la relación comercial entre las dos economías más grandes del mundo. Mientras China se prepara para contrarrestar las políticas de Trump con medidas cada vez más agresivas, la guerra comercial podría desencadenar consecuencias económicas globales imprevisibles. En este contexto, las empresas tecnológicas como Google, Nvidia e Intel, entre otras, se verán atrapadas en el fuego cruzado de una disputa comercial que está lejos de resolverse.

Crédito fotográfico: MSN


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