En un giro inusual de eventos, el lanzamiento de un cohete Soyuz ruso que transportaba a tres astronautas hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) fue abortado en el último minuto. El incidente ocurrió justo 21 segundos antes del despegue programado, cuando un sistema automático activó la secuencia de aborto poco antes de la ignición del motor.
El equipo de astronautas compuesto por la astronauta de la NASA Tracey Caldwell Dyson, el cosmonauta ruso Oleg Novitskiy y la participante de vuelo espacial Marina Vasilevskaya de Bielorrusia, esperaban dentro de su nave espacial en el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán. Los ingenieros de Roscosmos, la agencia espacial rusa, fueron enviados a la plataforma de lanzamiento poco después del aborto para asegurarse de que el vehículo estuviera seguro y los tripulantes pudieran ser extraídos sin peligro.
Este incidente pone de manifiesto la complejidad y los desafíos inherentes a los vuelos espaciales. A pesar de la robustez típica del sistema de lanzamiento Soyuz, que ha visto más de 2,000 lanzamientos desde su debut en 1966, este aborto subraya la importancia de los sistemas de seguridad y los protocolos de verificación antes de cualquier misión.
La próxima oportunidad para el lanzamiento, pendiente de la resolución de lo ocurrido hoy, sería el sábado por la mañana. Mientras tanto, los controladores de vuelo de la NASA han asegurado que la tripulación está a salvo y que el retraso no afectará una misión de suministro de carga de la NASA programada para más tarde el mismo día.