En un reciente anuncio, el gobierno de Ontario ha decidido cerrar diez sitios de consumo supervisado de drogas en toda la provincia, una medida que ha generado una ola de preocupación entre los defensores de la salud pública y los expertos en adicciones. La Dra. Sharon Koivu, consultora en medicina de adicciones del Hospital General St. Thomas Elgin, ha expresado su decepción y preocupación por esta decisión, aunque no se mostró sorprendida. “Estoy muy preocupada por la decisión de cerrarlos, pero no me sorprende”, comentó Koivu en una entrevista reciente.
La medida, anunciada por la Ministra de Salud de Ontario, Sylvia Jones, prohíbe la operación de sitios de consumo supervisado a menos de 200 metros de una escuela o guardería. Esta decisión afecta a cinco instalaciones en Toronto y otras cinco en Ottawa, Kitchener, Thunder Bay, Hamilton y Guelph, que deberán cerrar antes del 31 de marzo de 2025. La decisión se produce tras dos revisiones de los sitios de consumo supervisado encargadas por el gobierno provincial después de la muerte de una mujer que fue alcanzada por una bala perdida cerca de uno de estos sitios en Toronto el año pasado.
En el mismo anuncio, Jones declaró que su gobierno invertirá 378 millones de dólares para abrir 19 nuevos Centros de Recuperación de Adicciones y Personas sin Hogar (HART, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la Dra. Koivu y otros defensores argumentan que esta medida no es suficiente y que se necesita un enfoque más holístico que incluya la reducción de daños y el tratamiento de adicciones.
La Dra. Koivu subrayó la importancia de los sitios de consumo supervisado como una medida de reducción de daños, pero también señaló que estos deben ser parte de una estrategia más amplia que incluya prevención, tratamiento y aplicación de la ley. “La reducción de daños es importante, pero es importante como parte de los cuatro pilares del tratamiento de adicciones”, dijo Koivu. Añadió que los sitios de inyección supervisada tienen el mandato de ayudar en la recuperación, pero que muchos han perdido ese enfoque.
Otro aspecto crucial es la comunicación con las comunidades cercanas a los sitios de consumo para garantizar que se aborden las preocupaciones de seguridad, algo que, según Koivu, ha faltado desde la implementación de estos sitios. Por ejemplo, el Centro de Salud Comunitaria South Riverdale en el vecindario de Leslieville en Toronto realizó más de 9,000 derivaciones entre marzo de 2020 y mayo de 2024, según datos del gobierno federal.
Mientras el gobierno de Ontario avanza con su plan de cerrar sitios de consumo supervisado y abrir nuevos centros de tratamiento, los expertos y defensores de la salud pública insisten en la necesidad de un enfoque integral que aborde todos los aspectos del tratamiento de adicciones y la reducción de daños para proteger verdaderamente a las comunidades y salvar vidas.