El reembolso del impuesto al carbono llega a los bolsillos de los canadienses mientras continúan las protestas ‘Axe the Tax’

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En un contexto de creciente descontento social, los canadienses están comenzando a recibir los reembolsos del impuesto al carbono en medio de las continuas protestas del movimiento ‘Axe the Tax’. Este impuesto, que grava la huella de carbono de los combustibles fósiles, ha aumentado recientemente de $65 a $80 por tonelada de emisiones, lo que se traduce en un incremento de 17 centavos por litro en la gasolina y 21 centavos por litro en el diésel.

A pesar de la presión financiera que esto representa para muchos, el gobierno federal ha comenzado a depositar los primeros reembolsos del año 2024, proporcionando un alivio económico directo a los ciudadanos. En provincias como Alberta, Saskatchewan, Manitoba, entre otras, las familias de cuatro miembros pueden esperar recibir hasta $1,800 bajo el reembolso base del impuesto al carbono para el año 2024-25.

Sin embargo, las manifestaciones en contra del impuesto al carbono han estado ganando fuerza, con protestas que han ralentizado el tráfico en importantes autopistas y han generado tensión en varias regiones del país. Los manifestantes, que han organizado caravanas y concentraciones en puntos estratégicos, exigen la eliminación completa de este impuesto, argumentando que incrementa el costo de vida y afecta negativamente a la economía.

El gobierno sostiene que el impuesto al carbono es una herramienta efectiva para reducir las emisiones y que la mayoría de los hogares reciben más dinero de vuelta del que pagan gracias a los reembolsos. Sin embargo, las protestas ‘Axe the Tax’ reflejan una división en la opinión pública sobre la eficacia y la justicia de esta política ambiental y fiscal.

Mientras tanto, los canadienses continúan adaptándose a esta realidad económica, equilibrando los beneficios de los reembolsos con los costos adicionales que el impuesto al carbono impone en su vida cotidiana.


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