En la mañana del sábado, una explosión sacudió la tranquilidad de La Grande-Motte, una ciudad costera en el sur de Francia, cuando un policía resultó herido en un incidente frente a la sinagoga Beth Yaacov. El evento, que ha sido calificado como un ataque deliberado, ha generado una ola de preocupación y ha llevado a las autoridades a reforzar la seguridad en las instituciones judías de todo el país.
El incidente ocurrió alrededor de las 8:30 a.m. hora local, cuando dos vehículos estacionados frente a la sinagoga se incendiaron. Según informes de la policía, uno de los vehículos contenía un cilindro de gas que explotó, causando una fuerte explosión que dañó ambos coches y dejó a un oficial de policía herido. Afortunadamente, no se reportaron heridos entre los fieles que se encontraban dentro de la sinagoga en ese momento.
El alcalde de La Grande-Motte, Stéphan Rossignol, informó que las cámaras de vigilancia de la ciudad captaron imágenes de un individuo prendiendo fuego a los vehículos. La rápida respuesta de los bomberos y la policía evitó que el fuego se propagara a otros vehículos y edificios cercanos.
El ministro del Interior saliente, Gérald Darmanin, condenó el acto como “claramente criminal” y aseguró a la comunidad judía que se están movilizando todos los recursos para encontrar al perpetrador. Darmanin, junto con el primer ministro Gabriel Attal, visitará el sitio de la explosión más tarde el sábado para mostrar su apoyo y supervisar las investigaciones en curso.
Este ataque se produce en un contexto de creciente antisemitismo en Francia. Según datos recientes, se han registrado 887 actos antisemitas en la primera mitad de 2024, casi tres veces más que en el mismo período de 2023. La comunidad judía ha expresado su preocupación por la seguridad de sus lugares de culto y ha pedido medidas más estrictas para proteger a sus miembros.
Yonathan Arfi, líder del CRIF, una organización que agrupa a diversas asociaciones judías en Francia, declaró en X (anteriormente Twitter): «Explotar una botella de gas en un coche frente a la sinagoga de La Grande-Motte a la hora esperada de llegada de los fieles: no es solo un ataque a un lugar de culto, es un intento de matar judíos».
El oficial de policía herido fue trasladado a un hospital cercano, y aunque su vida no corre peligro, el incidente ha dejado una marca profunda en la comunidad local. Las autoridades han instado a la población a mantenerse vigilante y a reportar cualquier actividad sospechosa.
La Grande-Motte, conocida por ser un popular destino turístico con más de 100,000 visitantes cada año, ahora enfrenta el desafío de recuperar la calma y la seguridad tras este trágico evento. La comunidad judía, junto con las autoridades locales y nacionales, trabaja para garantizar que actos de odio como este no se repitan y para fortalecer la cohesión social en estos tiempos difíciles.