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THE LATIN VOX (26 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Elon Musk, CEO de Tesla y dueño de la plataforma X, ha generado una gran controversia por sus recientes gestos públicos, los cuales, según Amy Spitalnick, directora ejecutiva del Consejo Judío para los Asuntos Públicos (JCPA), podrían incitar la violencia extremista. Durante la inauguración del presidente Donald Trump, Musk fue captado haciendo un saludo que recuerda al saludo nazi, lo que ha desatado una feroz discusión sobre el impacto que este tipo de acciones pueden tener en la política y la sociedad.
Spitalnick, quien ha sido una figura destacada en la lucha contra el antisemitismo y el extremismo de derecha, subrayó que los gestos de Musk no deben ser tomados a la ligera. En declaraciones públicas, enfatizó que «el saludo en sí mismo debería ser suficiente para merecer condena y atención», ya que actos como este son vistos por los extremistas como una licencia para actuar de forma violenta.
Para ella, no hay ambigüedad en lo sucedido: el gesto de Musk tiene una carga simbólica clara, vinculada directamente con la ideología fascista, y no simplemente con la historia de Roma o cualquier otra interpretación simplista.
La preocupación de Spitalnick no es infundada. Musk, conocido por sus posturas controvertidas y su cercanía con figuras de la extrema derecha, ya había sido criticado por sus posiciones favorables hacia el partido de extrema derecha alemán Alternative für Deutschland (AfD).
Su relación con Trump, quien ha sido descrito como un admirador de figuras autoritarias, añade una capa de complejidad al asunto. Musk ha sido acusado previamente de normalizar discursos antisemitas en su plataforma, especialmente tras haber respaldado publicaciones que sugerían que los judíos fomentan el odio contra los blancos.
Si bien luego de las críticas pidió disculpas y visitó Auschwitz como muestra de arrepentimiento, para Spitalnick esas disculpas suenan vacías, ya que considera que sus acciones continúan promoviendo un ambiente de extremismo.
Lo que más alarma a Spitalnick es que estos gestos y comentarios no son simples episodios aislados. Según ella, el impacto de tales acciones es profundo: «La normalización de los saludos nazis en el discurso político es algo que ya vimos en el pasado, especialmente en los eventos de Charlottesville en 2017, y debemos seguir luchando contra ello».
La líder del JCPA se refiere al juicio histórico que ella misma lideró contra los responsables de la marcha de extrema derecha en esa ciudad, que resultó en un veredicto favorable a las víctimas, aunque el monto de la compensación se redujo posteriormente.
En este contexto, Spitalnick advierte que la «cultura del espectáculo» que rodea las acciones de Musk y otros individuos influyentes de la derecha puede tener consecuencias devastadoras para las comunidades marginadas, incluidos los judíos. La visibilidad de figuras como Musk, que poseen una gran influencia tanto en las redes sociales como en el ámbito político, otorga un «permisivo» a quienes buscan justificar sus actitudes violentas y extremistas.
Lo más preocupante es la reacción de algunas organizaciones. La Liga Anti-Difamación (ADL), que históricamente ha luchado contra el antisemitismo, no emitió una condena rotunda, sino que calificó el gesto de Musk como «torpe» y «no un saludo nazi».
Esta postura ha sido duramente criticada por Spitalnick, quien argumenta que minimizar el gesto es una forma peligrosa de ignorar el impacto real que tiene en la sociedad. “No estamos hablando de un partido de fútbol o un comentario sin importancia. Este fue un gesto en un evento presidencial, y Musk es una figura con un poder significativo en la administración de Trump”, dijo Spitalnick.
Para la activista, este es solo el principio de una batalla más larga. A pesar de la polarización política y la constante controversia que rodea a figuras como Musk y Trump, Spitalnick está convencida de que la ley y el sistema judicial seguirán siendo los mejores aliados para combatir el extremismo. “Tenemos que luchar para proteger nuestras leyes y nuestros valores democráticos. La justicia y la democracia están en juego”, concluyó.
El mundo sigue observando cómo se desarrollan estos eventos, y si las acciones de Musk y sus seguidores seguirán siendo tratadas con la seriedad que merecen. Sin duda, la lucha contra el extremismo y la desinformación no ha hecho más que comenzar.
Crédito fotográfico: Global News