
THE LATIN VOX (10 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un movimiento que marca un giro estratégico en la manera en que Canadá impulsa su desarrollo económico, el primer ministro Mark Carney anunció la conformación del Consejo Asesor Indígena (IAC, por sus siglas en inglés) que acompañará la labor de la recién creada Oficina de Grandes Proyectos (MPO).
Este órgano, con sede en Calgary, fue establecido tras la aprobación en junio de la Ley de Construcción de Canadá, diseñada para acelerar la aprobación de proyectos de infraestructura y energía considerados vitales para la economía del país.
Su objetivo es claro: reducir la burocracia, coordinar financiamiento y garantizar que las iniciativas “que construyen nación” se ejecuten con mayor rapidez, sin sacrificar los estándares ambientales ni los derechos de los Pueblos Indígenas.
Once líderes indígenas en la mesa de decisiones
El nuevo Consejo estará compuesto por once representantes de Primeras Naciones, Inuit, Métis y comunidades con tratados modernos o autogobierno, entre ellos Kluane Adamek (Kluane First Nation, Yukon), el jefe Darcy Bear (Whitecap Dakota First Nation, Saskatchewan) y Crystal Smith (Haisla Nation, Columbia Británica).
Su misión será incorporar la experiencia y prioridades indígenas en la evaluación de los proyectos, velando por que estos generen oportunidades de participación accionaria, gestión sostenible de los recursos y beneficios económicos tangibles para las comunidades.
“La experiencia y el consejo de este Consejo Asesor ayudarán a garantizar que los proyectos fortalezcan a Primeras Naciones, Inuit y Métis, creando mayor oportunidad, seguridad y prosperidad para sus comunidades”, subrayó Carney al presentar a sus integrantes.
Reconciliación y desarrollo económico
El marco legal que da vida a esta iniciativa reconoce la obligación constitucional de consulta (artículo 35 de la Constitución canadiense) y reafirma el compromiso de Ottawa con la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, incluyendo el principio de consentimiento libre, previo e informado.
Durante el verano, el gobierno organizó tres cumbres con liderazgos indígenas para recoger prioridades y explorar mecanismos de participación en capital accionario.
Además, destinó 40 millones de dólares en dos años para fortalecer la capacidad de las comunidades en procesos de consulta y duplicó a 10.000 millones de dólares el Programa de Garantías de Préstamos Indígenas, lo que facilitará la adquisición de participación en megaproyectos.
Una nueva etapa para los megaproyectos
La MPO se perfila como una “ventanilla única” para agilizar inversiones en energía, infraestructura y transporte que conecten regiones, diversifiquen mercados y creen cientos de miles de empleos bien remunerados. La primera serie de proyectos que ingresarán a este mecanismo será anunciada en las próximas semanas.
Para Carney, la clave está en construir una economía canadiense integrada, más competitiva y sostenible, donde la reconciliación con los Pueblos Indígenas deje de ser una promesa y se convierta en práctica.
“Hoy damos un paso histórico para que los Pueblos Indígenas estén en la mesa de decisiones de los grandes proyectos que marcarán el futuro del país”, señaló Mandy Gull-Masty, ministra de Servicios Indígenas.
Con este anuncio, Canadá busca consolidar un modelo de desarrollo que combine velocidad en la ejecución, responsabilidad ambiental y verdadera participación indígena, en lo que el gobierno describe como una transformación generacional de la economía canadiense.
Crédito fotográfico: Getty Images