El poutine es una de las delicias de la gastronomía canadiense, especialmente de la región de Quebec, donde se originó en la década de los 50. Consiste en papas fritas cubiertas con queso fresco y salsa de carne, una combinación sencilla pero irresistible.
Su nombre proviene de la palabra francesa “poutinerie”, que significa “lugar donde se sirve poutine”. Aunque hay varias versiones sobre su origen, se cree que fue creado por Fernand Lachance, un cocinero que atendía a los trabajadores de las granjas lecheras de la zona. Un día, uno de sus clientes le pidió que le pusiera queso a las papas fritas, y él le respondió: “¡Eso va a hacer un desastre!” (“Ça va faire une maudite poutine!”). Así nació este plato, que pronto se popularizó en todo el país
El secreto del poutine está en la calidad de sus ingredientes. Las papas deben estar bien fritas y crujientes, el queso debe ser fresco y elástico, y la salsa debe ser espesa y sabrosa. El queso más usado es el “cheese curds”, una especie de cuajada de leche que se produce en Quebec. Sin embargo, si no lo encuentras, puedes sustituirlo por queso manchego, cheddar o mozzarella.
La salsa, llamada “gravy”, suele ser de carne de res, de cerdo o de pollo, pero también hay variantes con langosta, pato o conejo. La receta básica lleva mantequilla, harina, caldo, maicena, sal y pimienta, pero puedes agregarle otros condimentos a tu gusto.
Para preparar el poutine, solo necesitas seguir estos pasos:
- Corta las papas en gajos y sumérgelas en agua fría durante una hora o más, para eliminar el almidón.
- Sécalas bien con una toalla de papel y fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Escúrrelas y salpimienta al gusto.
- En una cacerola, derrite la mantequilla y agrega la harina. Cocina a fuego lento, revolviendo constantemente, hasta obtener un roux dorado.
- Añade el caldo poco a poco, sin dejar de mezclar, hasta formar una salsa homogénea y espesa. Agrega la maicena disuelta en agua y sazona con sal y pimienta. Mantén la salsa caliente a fuego bajo.
- Corta el queso en trozos pequeños y distribúyelos sobre las papas fritas. Vierte la salsa por encima, cubriendo todo el plato. Sirve inmediatamente y disfruta de tu poutine casero.
El poutine es una comida rápida, económica y reconfortante, ideal para combatir el frío o la resaca.
En Canadá, el 1 de abril se celebra el Día Nacional de la Poutine.