En un evento que dejó a los ciudadanos de London, Ontario, en estado de incredulidad, un tren de carga se incendió mientras atravesaba el centro de la ciudad la noche del domingo. El incidente, que no resultó en heridos, provocó una serie de llamadas al 911 por parte de testigos atónitos ante la escena1.
El tren, perteneciente a CPKC, llevaba cinco vagones que se incendiaron alrededor de las 10:49 p.m. mientras se desplazaba hacia el este, pasando por el área justo al sur de Oxford Street entre Richmond y Waterloo streets. Los vagones contenían materiales ferroviarios antiguos de madera, lo que afortunadamente significaba que no había mercancías peligrosas a bordo.
A pesar de la ausencia de bienes peligrosos, las densas columnas de humo llevaron a los bomberos a instar a los residentes cercanos a permanecer en sus casas con las ventanas cerradas. Los equipos de bomberos, trabajando en conjunto con el personal de CPKC, adoptaron una estrategia defensiva para controlar el fuego.
La eficiente acción de los bomberos permitió contener rápidamente el incendio, y para la 1 a.m. del lunes, ya no había humo en el área, lo que permitió levantar la solicitud de que los residentes se mantuvieran en el interior. Posteriormente, los vagones afectados fueron trasladados al patio ferroviario de Adelaide Yard para continuar con las labores de extinción.
El Departamento de Bomberos de London elogió la actuación de la tripulación del tren por desconectar las locomotoras y facilitar así las labores de extinción. Aunque los daños se estiman en $25,000 para los vagones y $10,000 para el edificio Drewlo Holding, la rápida respuesta de los servicios de emergencia evitó que el incidente escalara a una catástrofe mayor.
Este suceso ha puesto de manifiesto la importancia de la preparación y respuesta rápida en situaciones de emergencia, así como la necesidad de mantener la calma y seguir las indicaciones de las autoridades en momentos de crisis.