
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de aumentar los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, superando el actual 25%. Esta medida busca proteger la industria nacional y corregir desequilibrios comerciales.
Esta decisión ha generado preocupación en Canadá, uno de los principales exportadores de estos metales a Estados Unidos. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha expresado su intención de buscar soluciones diplomáticas para evitar una escalada en las tensiones comerciales.
Los mercados financieros han reaccionado con volatilidad ante la posibilidad de nuevos aranceles. Analistas advierten que un incremento podría afectar a sectores que dependen del acero y el aluminio, elevando costos y reduciendo márgenes de ganancia.
Mientras tanto, otros países observan de cerca estos desarrollos, evaluando posibles impactos en la economía global y considerando medidas para proteger sus intereses comerciales.
La comunidad internacional espera que las negociaciones entre Estados Unidos y sus socios comerciales puedan mitigar las tensiones y evitar una guerra comercial que afecte la recuperación económica mundial.