En un desarrollo significativo, se ha informado que aproximadamente diez empresas han mostrado interés en las tierras de Wilmot, según declaraciones del Ministro de Inversión Económica. Estas tierras, que abarcan alrededor de 770 acres de valioso terreno agrícola en el municipio de Wilmot, están siendo consideradas para proyectos de inversión económica.
La región de Waterloo está llevando a cabo un proceso de agrupación de tierras, respaldado por su equipo de apoyo económico, el Equipo de Apoyo Empresarial y Económico de la Región de Waterloo (BESTWR). El objetivo es crear un espacio propicio para el desarrollo económico y la creación de empleos. El gobierno provincial, bajo el liderazgo del Premier Ford, ha alentado activamente a las regiones y municipios a reunir terrenos para impulsar el desarrollo económico en toda la provincia. El Ministro de Inversión Económica afirmó que están dispuestos a respaldar a quienes se embarquen en este proceso de agrupación de tierras. La idea es que, al liberar terrenos, se atraerán empresas que establecerán instalaciones, generarán empleo y contribuirán al crecimiento económico.
El Premier Ford también destacó la importancia de que las comunidades anfitrionas estén dispuestas a recibir a estas empresas. Grandes corporaciones, tanto a nivel nacional como internacional, evalúan cuidadosamente el entorno antes de invertir. El ejemplo del proyecto de planta de baterías eléctricas de Volkswagen en St. Thomas, que ocupará 370 acres y creará miles de empleos, demuestra cómo la agrupación de tierras puede impulsar el desarrollo industrial. El Premier enfatizó que, aunque no hay planes específicos ni empresas esperando adquirir estas tierras, la necesidad de terrenos agrupados es urgente en toda la provincia. Sin embargo, también expresó cierta preocupación por la amenaza de expropiación en el caso de Wilmot Township. A pesar de su apoyo al proceso, el Premier Ford considera que la expropiación no es la mejor solución y espera que haya una cooperación voluntaria entre las partes involucradas.
Este caso resalta la delicada balanza entre el desarrollo económico y la preservación de tierras agrícolas. Si bien la inversión es crucial, también es fundamental abordar las preocupaciones de las comunidades locales y garantizar que los beneficios sean compartidos por todos.