En un giro político reciente, el Nuevo Partido Democrático (NDP) de Saskatchewan ha pedido al primer ministro Scott Moe que despida al ministro de Educación, Jeremy Cockrill, debido a comentarios inapropiados dirigidos a una mujer cuya hija falleció. El líder del NDP, Carla Beck, ha declarado que Cockrill ha perdido la confianza y el respeto de la provincia y no debería continuar en su cargo.
La controversia surgió después de que Cockrill hiciera una “muy mala elección de palabras” durante una reunión privada con Taya Thomas, quien había perdido a su hija de 13 años, Mayelle, después de lidiar con múltiples condiciones médicas. En el contexto de las negociaciones con el sindicato de maestros, Cockrill preguntó retóricamente si se esperaba que él “entregara a su primogénito”, una declaración que fue recibida con indignación dado el contexto personal de Thomas.
A pesar de que Cockrill se disculpó por su elección de palabras, tanto en la asamblea como ante los medios, Thomas afirmó que no recibió una disculpa durante su reunión privada. Este incidente ha llevado al NDP a cuestionar la idoneidad de Cockrill para el cargo de ministro de Educación, señalando varios incidentes previos que, según ellos, demuestran un patrón de comportamiento problemático.
En respuesta a las demandas de despido, el primer ministro Moe expresó sus condolencias a Thomas, pero reafirmó su plena confianza en Cockrill para continuar como ministro de Educación. Moe destacó el esfuerzo y la defensa que Cockrill ha demostrado en su cartera, asegurando que esto le ha ganado no solo su respeto sino también su confianza en el trabajo que está realizando.
Este conflicto subraya la tensión entre la política educativa y las expectativas de sensibilidad y respeto por parte de los funcionarios públicos, especialmente en situaciones que involucran a ciudadanos que han enfrentado tragedias personales.