En un fenómeno que ha captado la atención de la comunidad científica mundial, Canadá ha experimentado una serie de temblores inusuales que podrían estar indicando la formación de una nueva corteza oceánica. Este evento geológico sin precedentes ha generado un gran interés y preocupación entre los expertos en geología y sismología.
El 6 de marzo de 2024, la región de la dorsal de Juan de Fuca, situada a unos 240 kilómetros de la costa de la isla de Vancouver en Columbia Británica, registró cerca de 2,000 temblores en un solo día. Estos movimientos sísmicos, aunque de baja magnitud, han sido descritos como un “crescendo sísmico” debido a su frecuencia y persistencia. En una sola hora, se detectaron hasta 200 sismos menores a 4.1 en la escala de Richter.
La dorsal de Juan de Fuca es una zona de gran actividad tectónica donde las placas de Juan de Fuca y del Pacífico se están separando. Este proceso de separación permite que el magma caliente, a aproximadamente 800 grados Celsius, ascienda por las grietas y se solidifique rápidamente al entrar en contacto con el agua fría del mar, formando nueva corteza oceánica. Este fenómeno, conocido como “ruptura magmática inminente”, podría estar ocurriendo en ciclos de aproximadamente 20 años.
Kate Moran, Presidenta y Directora General de Ocean Networks Canada (ONC), ha asegurado que este enjambre de terremotos no representa un peligro inmediato para la población, ya que se desarrolla lejos de la costa. Sin embargo, ha destacado la importancia de estos datos para la comunidad científica, ya que ofrecen una oportunidad única para observar y estudiar la formación de nueva corteza oceánica en tiempo real.
Los expertos sugieren que este aumento de actividad sísmica podría ser un indicativo de que la Tierra está en el proceso de generar un nuevo fondo oceánico. A medida que las placas tectónicas se separan, el magma asciende y se solidifica, creando nueva corteza. Este proceso es fundamental para la renovación de la superficie terrestre y tiene implicaciones significativas para la comprensión de la dinámica interna del planeta.
Aunque estos temblores no representan una amenaza significativa, el fenómeno ha generado un gran interés y curiosidad. La posibilidad de observar la creación de nueva corteza oceánica en tiempo real es un evento raro y fascinante que podría proporcionar valiosa información sobre los procesos geológicos que moldean nuestro planeta.
Los recientes temblores en Canadá podrían estar indicando la formación de una nueva corteza oceánica, un fenómeno que, aunque no representa un peligro inmediato, ofrece una oportunidad única para la investigación científica y la comprensión de los procesos geológicos de la Tierra.