THE LATIN VOX (29 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha emitido nuevas amenazas que aumentan la tensión en la ya devastada guerra en Ucrania. En una conferencia de prensa en Kazajistán, Putin aseguró que Rusia no descarta el uso de misiles Oreshnik, un armamento de alcance intermedio que Moscú empleó recientemente en la ciudad de Dnipro.
Este misil, según el mandatario ruso, es imparable para los sistemas de defensa aérea ucranianos y podría causar un daño comparable al de un ataque nuclear si se utiliza en una sola ubicación de forma reiterada.
“Estamos dispuestos a usar Oreshnik contra instalaciones militares, industriales o centros de toma de decisiones, incluso en Kiev”, afirmó Putin, destacando que el impacto cinético de este misil sería tan devastador como la caída de un meteorito. Aunque aclaró que no está armado con ojivas nucleares en este momento, la comparación con un impacto nuclear dejó claro el poder destructivo que Rusia podría desatar.
Estas declaraciones fueron interpretadas por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, como una «escalada despreciable» que refleja la creciente violencia de Moscú. Los nuevos ataques de Rusia también parecen ser una represalia a la reciente decisión de Estados Unidos, Reino Unido y Francia de permitir que Ucrania lance misiles de largo alcance contra objetivos militares dentro del territorio ruso, algo que Kiev había solicitado durante meses.
A pesar de las amenazas de Putin, expertos militares y funcionarios ucranianos descalificaron sus afirmaciones. Mykhailo Podolyak, asesor de Zelenskyy, calificó las declaraciones del presidente ruso como «ficción», acusando a Putin de no entender los detalles técnicos del armamento. “Es un hombre que solo escucha cuentos sobre misiles que no pueden ser derribados, pero luego los sistemas de defensa Patriot demostraron ser capaces de interceptarlos”, declaró Podolyak, refiriéndose a la aparente efectividad de los sistemas de defensa avanzados de Ucrania.
Aunque los misiles Oreshnik han causado alarma en Kiev, donde incluso se canceló una sesión del parlamento debido a la creciente preocupación, muchos analistas creen que Putin no llevará su amenaza más allá de una demostración de fuerza. Algunos sugieren que Moscú podría estar esperando el cambio de administración en los Estados Unidos, con la esperanza de que el presidente electo Donald Trump, quien asumirá el cargo en enero, pueda facilitar una negociación favorable para Rusia.
En ese contexto, Putin aprovechó la ocasión para elogiar a Trump, describiéndolo como un “hombre inteligente” que sería capaz de encontrar una solución al conflicto ucraniano. En declaraciones que parecían diseñadas para ganar la simpatía del futuro presidente de EE.UU., Putin también expresó su preocupación por la seguridad de Trump tras el intento de asesinato durante su campaña presidencial, afirmando que esperaba que estuviera “cauteloso” ante los riesgos.
“Trump entenderá la situación y encontrará una solución”, aseguró Putin, insinuando que Moscú está dispuesto a dialogar. Sin embargo, en la misma conferencia, también destacó que la reciente decisión de Biden de permitir el uso de misiles de largo alcance podría ser una estrategia para debilitar las relaciones de Trump con Rusia o un intento de ofrecerle una carta de negociación en el futuro.
Mientras tanto, la guerra sigue su curso con ataques rusos diarios. En las primeras horas de este jueves, Rusia lanzó nuevamente misiles y drones contra Ucrania, centrando sus ataques en la infraestructura energética del país. Más de un millón de hogares quedaron sin electricidad tras los bombardeos, que han sido una constante en los últimos meses. Las autoridades ucranianas alertan que, con el invierno a la vuelta de la esquina, las autoridades de Kiev podrían enfrentar dificultades aún mayores para abastecer de energía a la población, ya que cerca de la mitad de la capacidad energética del país ha sido destruida en los últimos tres años.
La escalada militar rusa, combinada con las tensas declaraciones sobre el futuro de las relaciones internacionales, hace temer que la guerra en Ucrania podría entrar en una nueva fase de mayor incertidumbre y peligro para la región.
Crédito fotográfico: Alexander Nemenov/AFP/Getty Images