THE LATIN VOX (5 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Miles de personas se congregaron en las afueras del Capitolio de los Estados Unidos este miércoles para protestar contra la decisión impactante del gobierno de suspender a casi todos los empleados de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de repatriar a miles de oficiales que se encontraban cumpliendo sus labores en el extranjero.
Esta noticia llega en un contexto delicado, pocos días después de que casi mil contratistas fueran despedidos o puestos en licencia, y de que tanto el sitio web como la cuenta de la agencia en X fueran eliminados de forma inesperada.
El anuncio, realizado por la administración estadounidense en la noche del martes, ha desatado una oleada de indignación y temor entre aquellos que dependen de la ayuda de USAID en todo el mundo.
Con cielos grises y temperaturas frías, los manifestantes coreaban consignas como “¡Déjenos trabajar!” y “¡USAID! ¡USAID!” en un claro mensaje de apoyo a la agencia que, en palabras de muchos, ha sido esencial en la lucha contra problemas globales como el VIH, el hambre, y la reconstrucción de países devastados por conflictos.
Jeremy Konyndyk, ex alto funcionario de salud en USAID durante las administraciones de Barack Obama y Joe Biden, fue uno de los oradores más destacados. En su discurso, Konyndyk advirtió sobre las consecuencias devastadoras de lo que considera un intento deliberado de desmantelar USAID.
“Estamos en un lugar muy, muy grave”, exclamó. “El intento de matar a USAID matará a personas”.
Además, el exfuncionario subrayó que potencias rivales como Rusia y China celebraban esta decisión, una muestra de lo que muchos interpretan como un debilitamiento de la influencia estadounidense en el ámbito internacional.
Las protestas también reunieron a figuras políticas clave. El senador Ed Markey de Massachusetts calificó el acto de la administración como una manifestación de un gobierno autoritario en ciernes, comparando la acción con los ataques que otras agencias gubernamentales, como la EPA, han sufrido bajo el liderazgo del expresidente Donald Trump.
“Somos la fuerza moral del mundo”, dijo Markey, haciendo un llamado a la acción popular masiva para exigir justicia no solo en Estados Unidos, sino también por las miles de vidas afectadas por la eliminación de programas de ayuda.
La decisión de suspender temporalmente la mayoría de las actividades de USAID, incluida una revisión de 90 días, ha sido vista por muchos como un desafío a la estructura gubernamental establecida. La agencia fue fundada en 1961 y consagrada como una entidad independiente por el Congreso en 1998, lo que le otorgaba un grado de autonomía que ahora se ve amenazado.
Expertos en el ámbito de la cooperación internacional sostienen que la eliminación de la agencia es una prueba de lo que podría significar una agenda más amplia para la desmantelación de agencias gubernamentales bajo la administración Trump.
“El paro de operaciones es lo más catastrófico que hemos visto en la ayuda internacional desde que comenzamos a trabajar en el hambre en Etiopía en los años 80”, afirmó Crickett Nicovich, quien trabaja para la organización no lucrativa Results. «El Congreso debe ponerse de pie y defender a USAID. Los conservadores nos han dicho que les importan estos temas durante años», agregó.
Por su parte, Joia Mukherjee, directora médica de la organización Partners in Health, destacó que, aunque USAID ha gozado de un apoyo bipartidista en el pasado, ahora es blanco de los ataques de los conservadores, quienes cuestionan la imparcialidad y efectividad de la agencia en su misión global. “Lo que ha cambiado no es la naturaleza del trabajo de ayuda, sino la fidelidad al presidente Trump», comentó Mukherjee.
Además de las protestas en el Capitolio, se han dado a conocer relatos inquietantes sobre amenazas a los empleados de USAID. Pete Marocco, recientemente nombrado como el nuevo subadministrador de la agencia, habría hecho declaraciones sobre el uso de la fuerza militar para garantizar el cumplimiento de las órdenes de evacuación.
Marocco, quien fue designado por el secretario de Estado, Marco Rubio, ha sido criticado por intentar fusionar USAID con el Departamento de Estado y por acusar a los funcionarios de la agencia de ser demasiado “independientes”.
Sharon Baker, quien trabajó durante 11 años en USAID, consideró que la disolución de la agencia de esta manera es no solo ilegal, sino también peligrosa. “Es una violación constitucional”, señaló. «USAID es la primera en responder en emergencias globales, en terremotos y tsunamis. Son ellos quienes llevan los suministros con la etiqueta ‘del pueblo estadounidense’”.
En este contexto, la incertidumbre se cierne sobre el futuro de la ayuda internacional de Estados Unidos y sobre los millones de personas que dependen de los programas que USAID ha desarrollado durante más de seis décadas. La lucha de los manifestantes es, por lo tanto, también una lucha por la justicia global y la supervivencia de aquellos que se enfrentan a situaciones de crisis en los rincones más necesitados del mundo.
Crédito fotográfico: Daily Express US