
THE LATIN VOX (4 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Las acciones de Alphabet, la empresa matriz de Google, cayeron más de un 6% tras reportar un leve incumplimiento en sus expectativas de ingresos, reflejando los desafíos a los que se enfrenta la gigante tecnológica en un año complicado.
Aunque la compañía superó las expectativas en cuanto a ganancias por acción, con $2.15 frente a los $2.13 anticipados por los analistas, los ingresos de Alphabet alcanzaron los $96.5 mil millones, ligeramente por debajo de los $96.67 mil millones previstos.
Sundar Pichai, CEO de Alphabet, destacó en su comunicado que el cuarto trimestre fue «fuerte, impulsado por nuestro liderazgo en IA y el impulso a través de los negocios». En particular, los ingresos por servicios, que incluyen anuncios en Google Search y YouTube, alcanzaron los $84 mil millones, mientras que los ingresos por su negocio en la nube crecieron un 30% interanual, llegando a los $12 mil millones.
Sin embargo, el panorama para Alphabet no es tan optimista a medida que la competencia en varios frentes de su negocio se intensifica, especialmente con el auge de modelos de inteligencia artificial generativa que están desafiando su dominio en la búsqueda en línea.
La amenaza de competidores como DeepSeek, con sede en China, y OpenAI, está comenzando a erosionar las ventajas de Google en la industria, particularmente en lo que respecta a la publicidad impulsada por IA y la búsqueda.
La desaceleración de los ingresos de Alphabet refleja lo que muchos analistas consideran un “año desafiante” para la empresa, y algunas voces, como Evelyn Mitchell-Wolf de Emarketer, sugieren que 2025 podría ser el año en que Google pierda su ventaja competitiva.
Mitchell-Wolf advirtió que los beneficios de Google en la búsqueda dependen de su omnipresencia y el comportamiento de los consumidores, pero que la aparición de modelos de IA de código abierto y el aumento de la aplicación de leyes antimonopolio podrían cambiar las reglas del juego.
Por otro lado, Alphabet también ha señalado que tiene planes de gastar $75 mil millones en gastos de capital en el próximo año, principalmente para reforzar sus capacidades y infraestructura de inteligencia artificial.
En este contexto, las inversiones en IA están creciendo rápidamente en la industria tecnológica, y Alphabet no es la excepción. De hecho, Meta ha anunciado que invertirá $65 mil millones en infraestructura de IA solo en 2025.
La competencia en la carrera por la IA ha sido feroz, y la reciente revelación de que DeepSeek, un competidor emergente, entrenó su modelo de IA con tan solo $5.6 millones, provocó un pánico inversor en Estados Unidos y borró $1 billón del valor del mercado bursátil.
Aunque algunos informes han estimado que DeepSeek gastó mucho más, cerca de $1.3 mil millones, esta disputa sobre los costos de la IA podría poner presión sobre las estrategias de gasto y monetización de IA de Alphabet, que podría tener que ajustar su enfoque ante la creciente competencia.
En un cambio significativo en su postura, Google también ha anunciado que eliminará su compromiso de no utilizar la inteligencia artificial en armas o tecnologías de vigilancia, lo que podría abrir la puerta al uso de su tecnología en áreas de seguridad nacional.
Este movimiento se da en un contexto de creciente competencia global por el liderazgo en IA, donde la empresa asegura que las democracias deben liderar el desarrollo de esta tecnología, guiadas por principios de libertad, igualdad y respeto a los derechos humanos.
El panorama legal también representa un desafío para Google. La compañía enfrenta una demanda por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos tras perder un juicio histórico, donde se le acusó de mantener un monopolio en los servicios de búsqueda general y publicidad textual. Además, China ha comenzado a centrar su atención en Google, con una investigación antimonopolio en marcha tras la imposición de aranceles por parte de la administración Trump.
El futuro de Alphabet se perfila incierto mientras lucha por mantener su dominio en un entorno cada vez más competitivo y regulado. Los analistas estarán atentos a los próximos movimientos de la empresa, especialmente en su estrategia de IA, sus inversiones y cómo responderá a las presiones externas, tanto legales como geopolíticas.
Crédito fotográfico: Jessica Lee/EPA