
THE LATIN VOX (12 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Un hombre australiano con insuficiencia cardíaca se ha convertido en la primera persona en el mundo en salir caminando de un hospital con un implante de corazón artificial total. Este logro histórico ha sido calificado como un “éxito clínico absoluto” por los médicos e investigadores australianos que lideraron la operación, que representa un hito significativo en la medicina cardiovascular.
El implante del BiVACOR, un corazón artificial total inventado por el doctor Daniel Timms, nacido en Queensland, ha sido una verdadera revolución. Este dispositivo, que utiliza tecnología de levitación magnética para replicar el flujo sanguíneo natural de un corazón sano, es el primer implante de bomba rotativa implantable capaz de reemplazar completamente un corazón humano.
Diseñado para pacientes con insuficiencia cardíaca biventricular en etapa terminal, el BiVACOR se presenta como una solución innovadora para aquellos cuyo corazón ya no puede bombear sangre de manera efectiva debido a enfermedades previas como ataques cardíacos, enfermedades coronarias o diabetes.
Según el gobierno australiano, cada año más de 23 millones de personas en todo el mundo sufren insuficiencia cardíaca, pero solo 6,000 recibirán un trasplante de corazón. Para abordar esta disparidad, Australia ha invertido 50 millones de dólares en el desarrollo y comercialización del BiVACOR como parte del Programa Fronteras del Corazón Artificial.
El dispositivo tiene como objetivo servir como un puente para mantener vivos a los pacientes hasta que esté disponible un corazón de donante. Sin embargo, la ambición a largo plazo de BiVACOR es permitir que los receptores de este implante vivan sin necesidad de un trasplante de corazón, lo que podría transformar el tratamiento de la insuficiencia cardíaca a nivel mundial.
Un hito médico en Australia
El paciente, un hombre de unos 40 años de Nueva Gales del Sur que padecía una insuficiencia cardíaca severa, se ofreció voluntariamente para convertirse en el primer receptor del corazón artificial total en Australia y el sexto a nivel mundial.
El procedimiento, que se realizó en el Hospital St Vincent de Sídney el 22 de noviembre de 2023, duró seis horas y fue dirigido por el cirujano cardiotorácico y de trasplante, Paul Jansz. Después de la intervención, el paciente, que prefirió no ser identificado, fue dado de alta en febrero y recibió un trasplante de corazón de donante en marzo.
Jansz expresó su orgullo al ser parte de este logro histórico: “Hemos trabajado durante años para llegar a este momento y estamos enormemente orgullosos de haber sido el primer equipo en Australia en llevar a cabo este procedimiento”, afirmó.
Un cambio radical en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca
El profesor Chris Hayward, cardiólogo del Hospital St Vincent y quien supervisó al paciente durante su recuperación, destacó el impacto mundial que el BiVACOR podría tener en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca:
“El BiVACOR Total Artificial Heart marca el inicio de un nuevo enfoque para los trasplantes de corazón, tanto en Australia como internacionalmente. En la próxima década veremos cómo el corazón artificial se convierte en la alternativa para pacientes que no pueden esperar por un corazón de donante o cuando simplemente no hay un corazón disponible”.
Por su parte, el profesor David Colquhoun, de la Universidad de Queensland y miembro de la Fundación del Corazón, señaló que, aunque el éxito del BiVACOR representa un gran avance tecnológico, aún queda un largo camino por recorrer.
El dispositivo ha funcionado durante más de 100 días, pero esto sigue siendo mucho menos que la durabilidad de un corazón de donante, que puede superar los 10 años de funcionamiento.
Colquhoun destacó que la disponibilidad de medicamentos para enfermedades cardíacas ha reducido las tasas de mortalidad por estas afecciones, lo que significa que la necesidad de trasplantes de corazón ha disminuido significativamente. A pesar de esto, el corazón artificial representa una esperanza crucial para aquellos pacientes que no pueden esperar ni acceder a un trasplante.
El futuro del BiVACOR
El implante del BiVACOR es solo el primero de una serie de procedimientos programados en Australia como parte del programa de Fronteras del Corazón Artificial de la Universidad de Monash. Este programa tiene como objetivo desarrollar tres dispositivos clave para tratar las formas más comunes de insuficiencia cardíaca, con la esperanza de que la tecnología del BiVACOR se convierta en una herramienta estándar para salvar vidas en todo el mundo.
Con la promesa de una mayor autonomía para los pacientes y la posibilidad de vivir sin la necesidad de un trasplante de corazón, este avance tecnológico abre una nueva era en la medicina cardiovascular.
A pesar de los desafíos que aún presenta el BiVACOR, su éxito temprano ofrece una visión esperanzadora de un futuro en el que más vidas puedan ser salvadas, sin depender de la escasa disponibilidad de corazones de donantes.
Crédito fotográfico: Claire Usmar/BiVACOR