EE.UU: La Casa Blanca bloquea a la Agencia AP del despacho oval por no usar el término“Golfo de América”

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THE LATIN VOX (12 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En un acto que ha generado una creciente controversia, la Casa Blanca ha impedido el acceso de un reportero de la Agencia Associated Press (AP) a un evento oficial en el Despacho Oval, en represalia por no adherirse a la nueva directriz del presidente Donald Trump de renombrar el Golfo de México como el “Golfo de América”.

Este movimiento ha sido interpretado por muchos como un intento de castigar a la agencia de noticias por mantener su línea editorial independiente y por resistirse a ceder ante las demandas del presidente sobre el lenguaje oficial.

El despido de AP: Un desafío a la Libertad de Prensa

La AP, que es una de las agencias de noticias más grandes y respetadas del mundo, explicó que, después de la firma de una orden ejecutiva que renombra el Golfo de México, la Casa Blanca les informó que, si no alineaban sus estándares editoriales con el mandato de Trump, quedarían excluidos de la cobertura de los eventos oficiales presidenciales.

Según la declaración de Julie Pace, editora ejecutiva de AP, esta decisión va en contra de los principios fundamentales de la Primera Enmienda de la Constitución de EE. UU., que protege la libertad de prensa.

“Es alarmante que la administración Trump castigue a AP por su periodismo independiente. Limitar nuestro acceso al Despacho Oval debido a las decisiones editoriales de la agencia no solo obstaculiza gravemente el acceso público a noticias independientes, sino que también viola de manera evidente la Primera Enmienda”, dijo Pace en un comunicado. La Fundación para los Derechos Individuales y la Expresión (Fire) también calificó este acto como un “ataque alarmante a la libertad de prensa”.

Una controversia lingüística con consecuencias políticas

La disputa comenzó poco después de que Trump firmara una orden ejecutiva que no solo renombró el Golfo de México como el “Golfo de América”, sino que también devolvió el nombre de Monte McKinley al Denali, la montaña más alta de América del Norte.

A raíz de esta decisión, AP y otras organizaciones de noticias adoptaron una postura que subrayaba la importancia de respetar los nombres históricos y tradicionales de los lugares, indicando que seguirían llamando al golfo “Golfo de México” mientras reconocían el nuevo nombre impuesto por Trump.

La reacción de la AP, en la que se adhería a su estilo editorial de referirse al golfo por su nombre tradicional, fue vista por la Casa Blanca como una desafiante negativa a acatar la orden presidencial.

Mientras que otras plataformas, como Google, optaron por seguir la nueva denominación en sus mapas, la postura de la AP generó una ruptura con otras agencias periodísticas que decidieron acatar la orden de Trump, aunque añadiendo contexto a sus informes.

La resistencia del periodismo independiente

El rechazo de la AP a la nueva nomenclatura ha subrayado un principio fundamental del periodismo: la independencia editorial. Las organizaciones de noticias tienen la responsabilidad de informar al público basándose en hechos y no en la imposición de un lenguaje oficial dictado por el gobierno.

El presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), Eugene Daniels, expresó su descontento en un comunicado, afirmando que la Casa Blanca no tiene autoridad para dictar cómo deben reportar las noticias las organizaciones de medios, ni mucho menos penalizar a los periodistas por las decisiones editoriales de sus medios.

La exclusión de AP del evento en el Despacho Oval también ha sido vista como una muestra de las tensiones crecientes entre el gobierno de Trump y la prensa libre. El ataque a la AP por parte de la administración plantea serias preguntas sobre la independencia de los medios en un contexto donde el presidente ha repetidamente criticado a la prensa y ha calificado a muchas organizaciones de “enemigos del pueblo”.

El contexto y las implicaciones internacionales

La controversia sobre la nomenclatura de lugares geográficos y la libertad de prensa se extiende más allá de las fronteras de los Estados Unidos. La decisión de Trump de cambiar el nombre del Golfo de México ha generado reacciones tanto a nivel nacional como internacional.

En México, por ejemplo, se ha dado lugar a bromas sobre la posibilidad de renombrar América del Norte como “Méxicoamérica”, una referencia al periodo colonial en que ciertas regiones del sur de los actuales EE. UU. formaban parte del territorio mexicano.

Además, la controversia plantea un reto importante para la AP y otras agencias que buscan mantener una postura neutral y objetiva en su cobertura, especialmente cuando se ven presionadas por un gobierno que busca moldear el discurso y el lenguaje oficial.

La situación refleja la creciente polarización entre los medios de comunicación y el gobierno en la era Trump, con implicaciones que podrían extenderse más allá de los Estados Unidos y afectar la percepción global de la política estadounidense.

En conclusión, el incidente subraya la creciente tensión entre el poder ejecutivo de EE. UU. y una prensa que sigue luchando por mantener su independencia frente a los intentos de control y censura. Mientras el gobierno de Trump continúa presionando en esta dirección, el futuro del periodismo independiente parece cada vez más incierto, especialmente cuando los medios se ven obligados a decidir entre la lealtad a sus principios editoriales y la presión de un gobierno dispuesto a castigar cualquier forma de disidencia informativa.

Crédito fotográfico: Alex Brandon/AP


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