Opinión: Posibilidad de pacto entre Trump y Putin … una amenaza para la solidaridad europea a Ucrania

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THE LATIN VOX (12 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En la actualidad, el panorama geopolítico está siendo sacudido por una posible alianza entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, que podría tener repercusiones devastadoras para la estabilidad de Europa.

Un creciente pacto entre ambos parece centrarse en la desmembración de Ucrania y en la creación de una relación comercial que no solo traicionaría a Ucrania, sino que también pondría en peligro la unidad transatlántica y la integridad de la Unión Europea.

El ascenso de una alianza inusitada

En un reciente programa de televisión de la cadena estatal rusa, Olga Skabeyeva, conocida por ser una de las propagandistas más leales al Kremlin, destacó el aparente apoyo de Trump a las acciones de Putin en Ucrania.

Skabeyeva no solo elogió la estrategia de Trump hacia Ucrania, que incluye la reducción de la ayuda militar, el bloqueo de las comunicaciones satelitales y la retención de inteligencia, sino que también dejó entrever que Estados Unidos podría estar buscando algo a cambio de este apoyo tácito: un cambio radical en la política internacional.

Aunque las acciones de Trump pueden parecer erráticas y guiadas por prejuicios personales más que por una estrategia clara, existe una lógica detrás de su apoyo a Putin.

Trump, conocido por su afán de poder y su aversión a los obstáculos para lograrlo, ha demostrado tener una disposición favorable hacia Rusia. Ve a Rusia como un lugar donde los “buenos acuerdos” pueden hacerse, mientras que considera que la independencia de Ucrania es un despilfarro de recursos estadounidenses que podrían haberse utilizado mejor en otros lugares.

La exclusión de Ucrania en las negociaciones

El encuentro reciente en Arabia Saudita entre delegaciones de Rusia y Estados Unidos fue un claro indicio de que el destino de Ucrania no solo depende de su propio pueblo, sino de las decisiones que tomen potencias ajenas.

Lo más revelador de la reunión fue la completa exclusión de cualquier representante ucraniano en las discusiones. Sin embargo, un detalle aún más significativo fue la presencia de Kirill Dmitriev, un alto funcionario ruso con vínculos en las principales instituciones financieras internacionales como McKinsey y Goldman Sachs.

Dmitriev presentó el argumento de que las sanciones contra Rusia han costado a las empresas estadounidenses miles de millones de dólares en ganancias, sugiriendo que la retirada de negocios de Rusia podría haber sido un error estratégico por parte de Occidente.

Este escenario de “negociaciones sin Ucrania” deja entrever un futuro donde los intereses de Estados Unidos y Rusia se alinean en una partición de Ucrania, que podría verse como un botín para ambos países.

Estados Unidos accedería a los ricos recursos minerales de Ucrania, mientras que Rusia tomaría una parte significativa del territorio. Esta especie de «reset» diplomático permitiría a ambos países reavivar sus relaciones comerciales sin los obstáculos que implican los derechos humanos o el respeto a la ley internacional.

Un mundo sin Europa: La agenda de Trump y Putin

Lo que está en juego no es solo la soberanía de Ucrania, sino la propia estructura de poder en Europa. Tanto Trump como Putin comparten un profundo resentimiento hacia la Unión Europea, que perciben como un obstáculo para sus ambiciones.

Desde la perspectiva de Trump, la UE es un “cartel malvado” que impide a los productos estadounidenses acceder al vasto mercado europeo, mientras que Putin la ve como un aparato hostil que forma parte de la expansión occidental después de la Guerra Fría.

Ambos líderes coinciden en su visión de que la UE debe ser desmantelada y dividida, ya que los dos consideran incomprensible la idea de una soberanía compartida entre naciones democráticas para el beneficio mutuo.

La solución que ofrecen Trump y Putin al “poder blando” de la UE no es negociarlo, sino confrontarlo con fuerza, fragmentarlo y apropiarse de sus recursos. Es en este contexto que se entiende la posibilidad de un acuerdo entre Moscú y Washington que no solo implicaría la partición de Ucrania, sino también una reconfiguración del orden global, con Europa como la principal víctima de este saqueo.

La traición a Ucrania y la desintegración de la Alianza Transatlántica

Lo que se está gestando entre Estados Unidos y Rusia es una traición clara a Ucrania, un país que ha luchado por su independencia y por su derecho a decidir su destino en el marco de la comunidad internacional.

Un acuerdo entre Trump y Putin no solo debilitaría a Ucrania, sino que también significaría la renuncia de Estados Unidos a su compromiso con la alianza transatlántica, y en particular con la OTAN.

En lugar de continuar defendiendo los principios de soberanía y autodeterminación que han guiado la política exterior occidental desde la Segunda Guerra Mundial, Trump parece dispuesto a sacrificar estos valores por un acuerdo económico que beneficie tanto a él como a Putin.

Un cambio de paradigma global

Aunque la idea de una alianza entre Trump y Putin aún parece incierta, la posibilidad de que Europa sea el objetivo de esta nueva dinámica de poder es alarmante.

Si se llegara a concretar un acuerdo de este tipo, el mundo asistiría a una redefinición de las relaciones internacionales, con un Occidente debilitado y dividido, y con una Rusia y Estados Unidos que compartirían el botín de la desestabilización global.

Para Europa, la amenaza no solo vendría de una Rusia expansionista, sino de un aliado estadounidense que, bajo la administración Trump, se ha alejado de los principios democráticos que han sido la piedra angular de las relaciones transatlánticas.

Europa se enfrenta a un desafío monumental: resistir la presión de este nuevo orden mundial y defender los principios que han garantizado su prosperidad y estabilidad durante más de medio siglo.

La solidaridad europea y la unidad transatlántica serán cruciales para hacer frente a esta nueva amenaza.

La pregunta es, ¿será suficiente para evitar que el pacto Trump-Putin se convierta en una realidad que amenace con destruir la estabilidad y los valores de Europa?

Crédito fotográfico: NBC News


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